La revisión del Plan del Carbón

Uno de los últimos puntos en cerrarse en la interminable negociación del Plan del Carbón 2006-2012, la pasada primavera, fue el acuerdo entre la patronal Carbunión y los sindicatos sobre la aplicación de las revisiones de la inflación a las ayudas a las empresas y su repercusión en los trabajadores. Carbunión reclamaba al Gobierno que las ayudas a la producción se actualizaran no sólo con el IPC previsto, sino con la revisión de las desviaciones que registrara anualmente la inflación. El acuerdo final estableció que si la desviación era inferior a un punto sólo se revisarían las ayudas en el 2%; pero si la inflación real superaba el 3% la repercusión en las empresas sería de entre un 70 y un 80% de la desviación. Los sindicatos exigieron que este incremento se trasladase a los salarios de los trabajadores a través de los convenios. A la hora de llevarlo a la práctica en las negociaciones que se están llevando a cabo las discrepancias han vuelto a aparecer. Las centrales sindicales consideran que el acuerdo alcanzado en Madrid es de mínimos, es decir, la base sobre la que empezar a negociar. Las empresas defienden que el acuerdo es de máximos.