León solicitará más de 6 millones de euros por la venta del matadero

Los segundos presupuestos municipales posteriores a la moción de censura, en la que el PP y los dos no adscritos se hicieron con el gobierno de la ciudad, insisten en una partida recogida dentro del capítulo de enajenación de bienes: la venta del matadero municipal, que, tras dejar un agujero de 2 millones de euros en las cuentas del pasado ejercicio, figura como operación imprescindible dentro de los límites de este mandato para enjugar ligeramente el estado de deuda de la administración. Un debe que se rebajará en más de 6 millones de euros cuando se consiga ejecutar la iniciativa, cuyos pliegos están casi ultimados y se espera que pasen a consideración del Pleno municipal de finales de este mes. La calculadora con la que han trabajado los responsables municipales aplica el suma a los terrenos anejos cuya calificación urbanística se varió en el pasado mes de septiembre. El cambio de la consideración dentro del Plan General de Ordenación Urbana, por el que estas parcelas pasaron de Sistema General de Servicios -con posibilidad de edificación para viviendas- a Industria-Almacenaje de grado II -cuyo uso es estrictamente industrial-, ha permitido que se añada 1.155.000 euros al presupuesto de licitación. Esta cantidad cubre el precio de alrededor de 14.000 metros cuadrados, que son la porción útil una vez restados los aprovechamientos públicos de los 23.000 metros cuadrados totales que se recuperaron este año, después de escriturar varias fincas que no constaban en el registro como propiedad municipal sino como bienes de varios particulares. Varios interesados Los terrenos que se añaden a las actuales instalaciones pueden ser un acicate para la recepción de ofertas en las dependencias municipales, dado el carácter potencial que tienen para el crecimiento del negocio, que ya ha abierto el interés de diversos empresarios del ramo cárnico, tanto de la provincia leonesa como de fuera, así como de un grupo de entradores que sopesan poner en marcha fórmulas de colaboración para quedarse con la explotación, sin olvidar a ilustres usuarios a los que las deudas actuales no les asustan y confían en la rentabilidad del matadero.