León encabeza el número de accidentes causados por animales salvajes

La mitad de los accidentes de tráfico en los que se ven implicados animales silvestres se producen en España en sólo seis provincias. En concreto, el mayor número de estos siniestros se registran cada año en las provincias de Burgos, León, Soria, Palencia, en la comunidad de Asturias y en Lugo, según datos facilitados ayer por la Asociación Española de la Carretera. La cercanía de las cordilleras Cantábrica e Ibérica, con abundancia de fauna, «puede explicar la magnitud de las cifras», explicó ayer esta Asociación en una nota informativa. La provincia de Burgos concentra el 10,80% de este tipo de accidentes; León el 9,30; Lugo el 6,70; Asturias el 7,80; Palencia el 6; y Soria el 9%. El 43% de los siniestros se produce en carreteras de la red estatal, el 28,4 en la autonómica el 23 y en la provincial. El resto, un 5,6%, tiene lugar en vías municipales o en carreteras y caminos pertenecientes a otras instituciones. Tipología La gran mayoría de los accidentes causados por animales, casi un 80%, se produce en vías convencionales, ya que el acceso es más sencillo por la falta de vallado. Sin embargo, debido a la velocidad, la gravedad de los siniestros es mayor en autopistas y en autovías, ya que fallece el 5% de los usuarios de los vehículos implicados, mientras que en la red convencional lo hace un 3%. Jornadas A la vista de estos alarmantes datos, la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), en colaboración con la Asociación Española de la Carretera (AEC), han organizado la I Jornada Técnica de Seguridad Vial en Conservación bajo la perspectiva de la accidentalidad con animales. La Jornada, que contará con el apoyo de la Junta de Castilla y León, se celebrará el próximo jueves 19 de octubre en el Museo de la Ciencia de Valladolid. Entre las posibles soluciones para atajar este problema figuran las alambradas enterradas para evitar que los animales excaven y las traspasen; la instalación de más señales para prevenir a los conductores; dotar a las carreteras de zonas de paso para la fauna salvaje, de reflectantes o incluso de barreras de olor para asustar a los animales.