La Junta propone unificar las figuras de protección de zonas naturales

«El patrimonio natural y cultural leonés es de tal diversidad, cantidad e importancia que por sí solo debería garantizar una prosperidad económica difícilmente igualable para la población de la zona, tanto en desarrollo de proyectos ganaderos como de caza o pesca, mastines, plumas de la Cándana, ecoturismo,... Es una potencialidad extraordinaria que invita a pensar en un futuro esperanzador. Hay un fermento y no se parte de cero, pero también hay amenazas». Es la principal conclusión de Javier Castroviejo, director de las primeras jornadas La iniciativa privada y la conservación de recursos naturales , organizadas por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes) en colaboración con Caja España, que ayer se clausuraron en León. Está prevista la celebración de otros dos encuentros. A la clausura asistió el director general de Medio Natural, Mariano Torre, junto con el diputado leonés y patrono de Faes Baudilio Tomé, además del presidente de Caja España, Santos Llamas. Torre destacó la característica «especialmente biodiversa» de la comunidad, que se acentúa en León, donde un 30% del territorio está integrado en la Red Natura. El representante de la Junta abogó por «llegar a una fusión de figuras» en la protección del medio natural, que permita «trabajar a todas las administraciones en la misma dirección». «En el mundo rural faltan manos e iniciativas, y sobran intentos de ocupar el mismo nicho. Por eso la coordinación para agrupar a la población rural en torno a una idea de desarrollo es fundamental», señaló. Menos cemento y más ideas Por su parte, Castroviejo instó a los responsables municipales de las zonas rurales que tienen en el medio ambiente su principal potencial de desarrollo que sean exigentes con las administraciones públicas. Pero matizó: «Los alcaldes no deben pedir cemento ni pistas, sino materia gris. Deben exigir que sean «las mejores consultoras del mundo» las que acudan a analizar y desarrollar las alternativas con más posibilidad de éxito. Castroviejo, presidente también de la Fundación Amigos del Coto de Doñana y expresidente del Comité Español del Programa Hombre y Biosfera-Red Iberomab de la Unesco, fue contundente también a la hora de afirmar: «No hay desarrollo sin reglas de juego claras y sin ayudas a la iniciativa privada. Ayudas que no pasan por las subvenciones, sino por el apoyo para invertir en actividades de ecoturismo y todo tipo de negocios respetuosos con el medio ambiente, pero que permitan mejorar la calidad de vida de los habitantes de las zonas protegidas».