Escritor
«Cuba salvará sus logros si integra a muchos exiliados y críticos»
El autor presenta hoy en la Biblioteca Azcárate de la Fundación Sierra-Pambley su libro, «Mañana, Cuba», en el que analiza la revolución y las salidas que tiene después de Castro
Andrés Sorel (Segovia) hizo de la palabra compromiso su bandera con el libro Siglo XX. Tiempo de canallas y con Mañana, Cuba, que hoy presenta en León , el presidente de la Asociación de Escritores de España y director de la revista República de las letras, se convierte en oportuno predictor del futuro de la isla, aunque el libro salió a la luz antes de la enfermedad de Fidel Castro. «Cuba después de Fidel tiene tres salidas»: continuismo, retorno del exilio de Miami y modelo chino. De ellas hablará en la Biblioteca Azcárate. El Partido Comunista Cubano, de la mano de viejos revolucionarios y jóvenes de después de la revolución que, como Abel Prieto o Carlos Lage, conducen hacia la primera. Los exiliados de Miami lo tienen más difícil con las malas predicciones electorales para los republicanos en Estados Unidos, pero sería la «salida más terrible» pues supondría la intervención militar. Y, por último, copiar el modelo chino e «instaurar el capitalismo de Estado sin ninguna apertura política, abriendo las puertas a las multinacionales». -«El futuro de Cuba pasa por una revolución dentro de la revolución». ¿Cómo sería? -Yo apuesto por esos jóvenes de después de la revolución. Afrontarán transformaciones económicas y leves aperturas políticas con el refuerzo de la asamblea nacional, elecciones más abiertas y con medios de comunicación o con posibilidad de utilizar los que existen por los candidatos. Hay que reincorporar a muchos exiliados y críticos con necesidad de integrarse y de una mayor participación social, cultural y política. Permitiría conservar logros colectivos como la sanidad, la educación y la integración racial y eliminar errores de los 70, por la Unión Soviética, y de los 90, motivados por las necesidades reales ante la mayor crisis económica. -¿Hasta qué punto va a tener oportunidad de sobrevivir? -Las nuevas circunstancias que se están dando en América Latina -Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay- ahora es más factible que nunca. Podría darse la integración de Cuba con estos países en un panamericanismo cada vez más importante y desarrollado. -¿Augura una caída del «imperio» de Estados Unidos? -No, el imperio es demasiado fuerte y el que tiene las armas tiene la última palabra. Pero asistimos a una crisis terrible, que algunos equiparan a la de Vietnam en Estados Unidos, y detrás de ella puede que una recesión de los «halcones». -¿Por qué Cuba no cayó con el muro de Berlín? -Salvo la Unión Soviética (que derivó en el terrible estalinismo), los otros países surgieron de la división tras la guerra contra el nazismo. Cuba tuvo una revolución popular y hay un sentimiento revolucionario que se une al antiimperialismo yanqui (no norteamericano) de José Martí, que ya alertó de que Estados Unidos se quería quedar con Cuba como con México. Viví la invasión de Praga y no tiene nada que ver con Cuba, donde no he visto jamás una huelga general sino cientos de personas que quieren abandonar el país por problemas económicos. Hay pocos disidentes. -Para la población es frustrante haberse formado y ver que el turismo es lo más rentable. -Hay médicos, ingenieros o educadores con un nivel de vida muy bajo y se muestran críticos porque gana más un camarero. Pero es un factor de desarrollo porque Cuba emplea a toda esa rama formada como intercambio por las mercancías que recibe de otros países, en lugar de la caña de azúcar. -¿Exilio económico y turismo sostienen al régimen? -La mayor parte del exilio económico está en Estados Unidos que crea enmiendas y leyes especiales para impedir que envíen divisas, una medida política y de castigo al pueblo cubano. Imaginemos que los millones de emigrantes españoles de Francia, Alemania, Suiza o Holanda no hubieran podido mandar dinero durante la época franquista. El turismo fue el gran error de los 70, bajo dominio soviético, pero desde que tiene un desarrollo más fuerte puede dar ingresos importantes a Cuba. -Dice que hay pocos disidentes, pero parecen muchos -Aquí se magnifica, pero en Cuba se encuentran más voces críticas desde el punto de vista económico que desde el político. Claro que estoy en contra de que se encarcele a gente por delitos de opinión, pero cuando se reunieron los célebres disidentes en Cuba se proyectó un documental enviado desde Estados Unidos y gritos de ¡Viva Estados Unidos! y ¡Viva Bush!. Extraña oposición política. -¿Popularidad de la revolución o férreo control del régimen para que nada se mueva? -Ha habido un control férreo en los niveles informativos y sigue habiéndolos y soy partidario de una apertura. De todas formas, la revolución cubana donde más simpatías tiene es lógico que no sea en los países occidentales, sino en África y América Latina. Desde aquí creemos que somos el ombligo, pero en el mundo el 70% de la población está en el umbral de la pobreza. -¿Por qué fracasó esa otra forma de hacer periodismo que fue Liberación en los años 80? -Se decidió cerrarlo desde fuera salvo que nos vendiéramos a un partido político, incluso de izquierdas. Pero Liberación quería ser independiente, de izquierdas, pero crítico. Hora: 20.00 Lugar: Biblioteca Azcárate (Sierra Pambley,2)