«La empresa periodística, para ser independiente, tiene que ser rentable»

El último Premio al Mejor Economista de Empresa Fernando Bécker se considera un hombre afortunado en lo profesional («siempre he estado en el sitio adecuado en el momento oportuno») y en lo personal, porque su familia ha hecho las maletas ocho veces en los últimos años para respaldar su trayectoria dándole un apoyo sin el que, reconoce, los retos laborales se le hubieran hecho muy cuesta arriba. José Gabriel González Arias (La Bañeza, 1955) disfruta con sus responsabilidades, «no sé si porque me gusta el trabajo que me ha tocado o porque soy capaz de aficionarme al que me toca»; y no vuelve la cara a tomar decisiones, aunque impliquen el riesgo de equivocarse. Dice tomar las decisiones en equipo y enriquecerse con la opinión de los demás, pero asegura que no le asustan los retos. De hecho, su trayectoria ha sido una sucesión de «atrevimientos» profesionales que le ha llevado de realizar auditorías en Arthur Andersen a uno de los principales grupos de alimentación del país (Elosúa); y de ahí directamente al mundo de la comunicación, con una experiencia que se atreve a calificar de única, al trabajar en periódicos líderes de los tres ámbitos geográficos, provincial, regional y nacional. Esquiador de toda la vida, patrón de barco desde principios de los 90 (en 1995 cruzó el Atlántico a vela con cinco amigos), y recientemente aficionado al golf, confía en continuar al frente de la corporación Voz el tiempo suficiente como para ver crecer los proyectos que está poniendo en marcha. -La mayor parte de su trayectoria ha transcurrido en empresas periodísticas, ¿es una vocación voluntaria o es el fruto del economista y sus circunstancias? -Más las circunstancias, fue una casualidad porque yo sólo conocía los periódicos como usuario. El mundo de los medios de comunicación es muy peculiar, completamente diferente a los demás, porque más allá de un denominador común económico las decisiones empresariales están afectadas por parámetros no económicos, como la influencia social que generan las noticias o el peso cultural del medio, y eso lleva a relativizar la rentabilidad en muchos casos. -¿Las peculiaridades del negocio periodístico son determinantes, o al fin y al cabo la gestión económica es la gestión económica? -La gestión es como en todas las empresas, pero la valoración económica de los factores que pesan en las decisiones es más etérea. Cada día hacemos un producto nuevo y distinto, con gran caducidad pero a la vez con una influencia enorme, y eso indudablemente mediatiza las decisiones. -¿El economista es rehén de los números, o en el fondo siempre cuenta el factor humano? -Si tengo que poner prioridades, lo fundamental para la empresa es el equipo humano; pero sin duda necesita otras condiciones para desarrollarse. En una empresa periodística el factor humano adquiere mayor relevancia, especialmente en las redacciones. En cualquier caso, siempre es necesario conjugar los intereses, los de los trabajadores, que quieren mejorar sus condiciones, y los del equilibrio económico que necesita la empresa. Quizá en mayor medida la empresa de comunicación, que para ser independiente necesita ser económicamente rentable. -Ahora es consejero delegado de una corporación multimedia que tiene una implantación en una zona amplia del país, y con negocios relacionados pero en el fondo diversos. ¿Son muchos frentes a cubrir o hay de fondo una estrategia común? -La estrategia es común, todas son empresas de la comunicación, aunque con soportes diversos como radio, prensa, Internet, audiovisual,... Al final todo es comunicación, pero con peculiaridades entre las distintas empresas, incluso entre los dos periódicos, La Voz de Galicia y Diario de León, que tienen maneras de hacer muy diferentes herederas de sendas trayectorias centenarias. Y todas ellas tienen también un objetivo común, como es permitir el crecimiento manteniendo la independencia y defendiendo el territorio en el que se asientan. -El premio que el próximo día 6 le entregará el presidente de la Junta de Castilla y León reconoce su trayectoria profesional, pero aún le queda mucho que decir en el mundo de la empresa. ¿Cuáles son sus objetivos a partir de ahora? -Siempre piensas que estos premios se los dan a gente mayor, y cuando recapacitas te das cuenta de que ya no eres un niño, pero espero que me queden muchas cosas que hacer. A la Corporación Voz de Galicia le queda mucho por crecer, nos movemos en un mundo en el que es necesario tener un tamaño importante. Ahora somos el pequeño de los grandes y el grande de los pequeños, eso nos da algunas ventajas. -¿Su meta es seguir dedicado al mundo de la comunicación o le gustaría probar otros sectores? -Ahora ya no veo más cambios, ni de sector ni de empresa o ciudad. El puesto que desempeño en la Corporación me permite desarrollar muchos proyectos, que ahora estoy iniciando, así que lo que deseo es una continuidad. Los proyectos son casi siempre a largo plazo, y me gustaría verles madurar. Al final he pasado 13 de los últimos 16 años ligado a este grupo, y mis objetivos ahora no sólo pasan por desarrollar el plan estratégico que presentamos hace un año y se ejecutará hasta el 2012, sino por elaborar el siguiente. -¿Suele dejar el trabajo en el despacho o se lo lleva a casa, cómo concilia la vida familiar y laboral? -En este trabajo tienes que estar localizable 24 horas al día todos los días del año, pero en general suelo desconectar bastante bien. De todas formas depende mucho de las épocas, porque es verdad que hay momentos en los que duermes, te afeitas y desayunas con los problemas; y otros en los que sí separas los dos ámbitos. Es, además, una terapia necesaria, porque si no desconectas no descansas, y si no descansas no rindes.