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Los técnicos del Ayuntamiento trabajan para cuantificar las pérdidas en los ríos de la capital | Crónica | El debate del día después |

La Junta se hará cargo de los daños de la riada en el Bernesga y el Torío Salientes, punto de discordia

El consejero Antonio Silván comprobó ayer, acompañado del alcalde, los destrozos en la pasarela El alcalde de

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S. C. AnuncibayS. C. Anuncibay - leónredacción
León

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El Consejero de Fomento, Antonio Silván, aseguró ayer que la Junta financiará la reparación de los daños en el cauce del Bernesga y el Torío. Este anunció lo realizó mientras visitaba, con el alcalde de León, Mario Amilivia, las pasarelas del Bernesga a su paso por la capital. No hay que olvidar que uno de los puentes -el último- sucumbió al azote del agua. «De momento sólo hay una valoración visual, pero los técnicos están trabajando para cuantificar las pérdidas», apuntó el representante autonómico, a la vez que aseguró que la institución a la que representa «tiene la holgura suficiente para atender estas necesidades». Por su parte, Amilivia agradeció a Silván esta deferencia y recordó que la crecida de nivel de agua sumió a la ciudad en un estado de emergencia. «Gracias a la limpieza de la Ribera no se han producido pérdidas más graves», recordó el regidor. El primer edil del Ayuntamiento subrayó, también, que los desperfectos «van a ser arreglados lo antes posible». La solución está próxima Por último, aludió a la presa de Casares, cuyo proyecto ya está adjudicado y dijo: «El delegado de la Junta, Eduardo Fernández, me ha asegurado que cuando se acometa este proyecto no volveremos a tener problemas». Una vez estén terminados los trabajos, el caudal de agua que trae el río Bernesga estará regulado e impedirá -si se vuelven a producir fuertes lluvias- que el río alcance cotas que ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos leoneses. El Ayuntamiento atribuyó ayer al dragado del Bernesga, que había empezado apenas unos días antes del temporal, el hecho de que el río no llegara a desbordarse a su paso por la ciudad. Durante la jornada más conflictiva, el pasado miércoles, el Consistorio llegó a prohibir el uso de las pasarelas peatonales que cruzan el río, ante la virulencia con la que bajaban las aguas. De hecho, la pasarela peatonal de la plaza de Toros sufrió los daños más graves, al ser casi arrancada de cuajo por la fuerza del agua. La situación en Salientes -en la comarca de Omaña- ha mejorado sustancialmente en las últimas horas. Al menos eso es lo que dice el alcalde de Palacios de Sil, Orlando López, aunque culpa a la Diputación «del abandono que ha sufrido esta localidad a la que sólo se podía acceder a pie por un camino que cruza el primer puente», uno de los tres que se llevó la riada. El diputado provincial de Infraestructuras y Protección Civil, y alcalde de Páramo de Sil, Ángel Calvo, no comparte el planteamiento de su homólogo. «Yo he llegado en coche hasta la segunda pasarela, desde la que se puede ir andando por un camino de ochenta metros», explica. También dijo que las máquinas están trabajando en el único tramo que queda por arreglar y que mañana, según adelantó, ya estará reparado. «Que diga lo que quiera, aquí hemos estado aislados tres días. Sólo se podía llegar caminando», asegura Orlando López que dirige todas sus críticas hacia el Palacio de los Guzmanes. «Si alguien se pone enfermo cómo va a salir del pueblo», preguntó. «Ellos serán los responsables si ocurre algo». Reivindicaciones «Es vergonzoso. Ángel López ha mentido mucho. Yo no he visto las excavadoras adecentando el terreno hasta hoy -por ayer-», asegura el primer edil del Ayuntamiento de Palacios de Sil, que reprocha a la institución provincial que «dedicara todos sus medios» para dar cobertura a Vivero. «Ellos, desde el principio, tuvieron una vía de acceso al pueblo». Este consistorio tuvo que alquilar -el jueves- una pala excavadora para poder abrir un camino, «vía que fue cerrada», según relata el alcalde, por la Diputación. «Cuando quisimos volver nos encontramos que el camino estaba cortado. Tuve que dejar el coche hundido en el fango». Esta situación, suscitada por la riada que se produjo el pasado martes, ha levantado una polvareda política que se traduce en un cruce de acusaciones entre los dos alcaldes. Mientras, los vecinos afectados intentan volver a la normalidad en unas condiciones que nada tienen que ver con las que había antes de que se produjeran los daños. Todos los damnificados-los de Vivero y Salientes- coinciden en que la única solución viable es la de recuperar las infraestructuras que se llevó la riada. Algo que, a juzgar por las declaraciones oficiales, así lo manifestó el diputado de Infraestructuras, «tardará bastante». Por el momento, lo único que se ha hecho es un estudio de viabilidad para restablecer las comunicaciones. «A Vivero ya han llegado los coches», recuerda el diputado, a la vez que explica los problemas que se han encontrado las máquinas para hacer la pista provisional. «Hay mucho barro y los camiones se encallan», subraya. Este inconveniente «ya está solucionado».