Condenado a ocho años de prisión el joven leonés que violó a una prostituta

La sección tercera de la Audiencia Provincial ha condenado a ocho años y medio de prisión a un joven leonés de 23 años, juzgado por un delito de violación y otro de obstrucción a la justicia, de los que ha sido hallado culpable. El procesado se encontraba en prisión desde mediados de diciembre del año pasado. La Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales (Adavas) ejerció la acusación particular. Los hechos que se juzgaron datan del 14 de diciembre del 2005. Según la sentencia, a la una de la madrugada, el imputado acudió al Paseo de Papalaguinda para requerir los servicios sexuales de una prostituta, con la que mantuvo relaciones completas, previo pago de los servicios requeridos. Una hora más tarde, el procesado retornó al mismo lugar y requirió de nuevo a la joven. Cuando se encontraban en los asientos de atrás, el varón esgrimió una navaja que le puso a la altura del cuello, diciéndole que no se moviese y que estuviese callada, porque le gustaba mucho: «Quiero echarte otro polvo, pero no tengo dinero» dijo, y a continuación la obligó a mantener relaciones sexuales. Cuando iba a devolver a la prostituta al lugar donde la había recogido, en el Paseo de la Facultad, sacó de nuevo la navaja y la agarró del abrigo. Exigió que le entregase todo el dinero que llevaba (130 euros) y le dijo a continuación: «Tú bajas callada y con cuidado». Tras la detención El muchacho resultó detenido, y cuando dos días más tarde era trasladado al juzgado de guardia, a fin de prestar declaración como detenido, se dirigió a la prostituta, que se encontraba en un banco junto a su abogada, y le dijo: «Te vas a enterar, hija de puta». El apartado de fundamentos jurídicos del fallo entiende que la versión de la víctima se ha mantenido de forma reiterada y persistente, a pesar de que en un primer momento la denuncia inicial fuera especialmente parca y no recogiera el primer contacto sexual, por entender el policías que atendió a la víctima que nada hubo de delictivo en ello. Niega la Audiencia que la denuncia pudiera haber sido inventada o que hubiera móviles económicos en su forma de proceder, por cuanto la joven solamente exige que se le devuelva el dinero que se le robó. Credibilidad total El tribunal otorga total credibilidad al testimonio de la letrada de la víctima a la hora de evaluar las amenazas y el delito de obstrucción a la justicia, pese a que la letrada de oficio que asistía al reo, pudiera no haber escuchado las mismas. El fallo condena al acusado a una pena de seis años de prisión por un delito de violación, un año y seis meses por un delito de robo con intimidación y un año de prisión con multa de seis meses por un delito de obstrucción a la justicia, además de 15 días de multa por una falta de amenazas y 130 euros de indemnización. La acusación particular, ejercitada por Adavas en nombre de la víctima, solicitaba una pena de doce años de prisión, similar a la que refería el Ministerio Fiscal. Finalmente la condena se rebajó, especialmente en el apartado del robo. Texto