El Gobierno invertirá 130 millones en el canal Bajo hasta el año 2010 León perdió este año más de cien hectómetros de Riaño

Agricultores del sureste leonés que esperan desde hace 20 años la llegada del agua para regar 20.000 hectáreas, interpretan con escepticismo la aparición de una partida de 1,5 millones de euros en los presupuestos del año 2007 para el canal Bajo de Payuelos. La estructura que más retraso acumula entre las previstas para el desarrollo del sector agrario leonés, podría recibir algunos avances a lo largo del próximo año, que los regantes potenciales interpretan como «leves». Los planes del Gobierno con este canal, del que están pendientes once municipios leoneses, se establecen en un calendarios que no da por finalizada la infraestructura hasta el año 20010, al menos. «Demasiado tarde, parece», insisten los agricultores, que hasta ahora trabajan en precariedad los cultivos de regadío. La asignación plurianual prevista entre los años 2008 y el 2010 aparece más generosa: 43 millones en el siguiente ejercicio, 52 millones en el año 2009 y 33 millones en la última anualidad para completar la inversión fijada en el diseño de la actuación (en torno a los veinte mil millones de pesetas). «Después de tantos anuncios, esperas, desilusiones y algún que otro engaño de gobierno anteriores, preferimos esperar y ver antes de creer» resumió ayer alguno de los agricultores que espera aún poder sacar adelante cultivos de regadío en el corredor bajo de los Payuelos. El primer proyecto del canal Bajo de los Payuelos tiene fecha de registro en el año 1991. Hace ahora diez años que parte de los terrenos pendientes de riego por esta estructura comenzaron a recibir agua -en precario- en un sistema que se mantiene aún alimentado por una maraña de regueros de tierra que resulta costosísimo para los usuarios. Algunos, cansados de dejar el escaso margen de ganancias, han abandonado las explotaciones. La última polémica surgida en torno al futuro del canal, que acumuló otras fechas fallidas en los años 2002 y 2004, apareció la pasad primavera, tras el anuncio por parte de la CHD de un estudio de viabilidad para decidir la continuidad de la infraestructura. Los agricultores conocen de memoria el curso que debe seguir el cauce de agua por tierras situadas al este de la N-601 y al sur de la N-120. La reconcentració reservó una brecha de terreno, que ahora cubre el barbecho, para la ansiada estructura. La construcción del canal Bajo significaría la asignación de cupo de agua del Esla en territorio leonés, que ahora se deriva a provincias castellanas. Una desviación que ha levantado una sensación de agravio extraordinaria en todo el sureste leonés, con agricultores que explican con detalles la comparación de los regatos por los que reciben el agua frente a la cómoda estructura habilitada para llevar el agua de Riaño a Valladolid y Palencia. «Hay quienes con esta situación están muy bien y muy cómodos, porque tiene nagua para regar; pero nosotros no tenemos agua para regar y lo estamos pasando muy mal», reflexionó el presidente de la comunidad de regantes de Payuelos, y diputado provincial, Lupicinio Rodrigo, en un análisis de la situación paradójica que se vive en la zona durante cinco o seis meses al año, cuando ven pasar el agua que no pueden tocar. Desde esta comunidad se estima que a lo largo de esta campaña de riego por el canal del Galleguillos han podido salir de León, que aún está pendiente de recibir inversiones millonarias para lograr un desarrollo agrario acorde con los países más avanzados de Europa, una cuarta parte de las reservas hídricas de las que ha dispuesto el embalse del Esla desde el pasado mes de abril. «El trasvase a Palencia o Valladolid en el año anterior pudo llegar a los 60 hectómetros cúbicos; pero este año ha podido superar los cien hectómetros cúbicos», estimó el dirigente de los regantes. También concreto en las apreciaciones se mostró Matías Llorente, secretario del sindicato Ugal, que no duda de que se usa a los regantes del Carrión de tapadera para justificar el trasvase. «Con el agua de León beben y riegan en Valladolid y ponen a los palentinos de tapadera», concluyó sobre una polémica que no cesa.