| Entrevista | Javier Vidal |
«El modelo europeo evitará que haya titulados de primera y de segunda»
La reforma de las carreras universitarias, que serán grados de cuatro años desde el 2008, pasa por sus manos; aprobar la LOU y consensuar un plan de financiación son sus retos
Hace tan sólo unos meses que dejó su despacho del vicerrectorado de Planificación de la Universidad leonesa para convertirse en uno de los cargos de confianza de la ministra de Educación, Mercedes Cabrera. Javier Vidal es consciente de que le ha tocado no sólo vivir una época de cambios sino también organizar las enseñanzas universitarias al estilo europeo que servirán para que estudien muchas generaciones venideras. Afronta tanta responsabilidad con ilusión, la misma que le hace reencontrarse con sus amigos de siempre en el Campus de Vegazana. -Este mes es decisivo para avanzar en el proceso de convergencia europea. -Así es. El documento de reorganización de las enseñanzas, elaborado por el MEC, será debatido por el Consejo de Coordinación Universitaria los días 13 y 14 de noviembre. De esas reuniones, saldrá una postura unánime. Este mes plantearemos las características definitivas que deben tener los estudios, es decir, sus directrices. También aclararemos la situación de aquellas carreras que deben tener directrices propias, y a partir de ahí hay muchas cuestiones que dependen del desarrollo de la LOU. Por eso, es importante que la nueva ley se apruebe cuanto antes. No podemos perder más tiempo, hay que ir muy rápido. Estamos trabajando en paralelo para que en cuanto el la ley se apruebe definitivamente y se publique en el BOE los reales decretos de las nuevas enseñanzas estén también preparados y puedan entrar en vigor. -Esta propuesta de reorganización, ¿ha tenido más aceptación entre la comunidad universitaria? -Hemos percibido que hay una aceptación mayor que con la anterior, siempre hay dificultades, pero en general, ha habido consenso. Es importante que el MEC haya puesto sobre el papel cuales son las líneas de trabajo y un calendario para ejecutarlas. Después llega el debate, en el que no todos tienen porque estar de acuerdo. Partimos de la premisa de que los títulos deben de ser de cuatro años, aunque en este punto hay alguna pequeña oposición que prefieren que sean de tres, pero la mayoría de ámbito académico está muy de acuerdo. De hecho, de todos los libros blancos que se hicieron (56), solo dos proponen que las carreras sean de tres años. El consenso es muy amplio. -En todo caso hay que hablar de reorganización, nunca de desaparición de títulos. -Si. En realidad se ha magnificado este asunto más de lo debido. Uno de los objetivos de la reforma es estructurar las enseñanzas en tres ciclos (grado, máster y doctorado). Esta nueva reorganización ya estaba planteada en la LRU, pero nunca se hizo. Lo lógico es que cuando alguien llega a la universidad estudie un título y luego pueda estudiar otro, pero que no haya títulos de primera y de segunda (diplomado o licenciado). Pretendemos que los universitarios sean reconocidos como tales en la sociedad y todos con la misma categoría. Con el título de cuatro años, 240 créditos, desaparecerán estas diferencias. Además, con el nuevo modelo se pretende abrir un espacio que hasta ahora no estaba muy desarrollado, es decir, que las universidades puedan dar títulos oficiales de máster. Se trata de una especialización mayor vinculadas el ejercicio profesional o al desarrollo académico. -¿Cuánto costará poner en marcha el nuevo sistema? -En diciembre se dará a conocer el estudios sobre los costes de las nuevas titulaciones que realiza el Consejo de Coordinación Universitaria. A partir de entonces se analizará, junto con las comunidades, la necesidad de proponer y encontrar recursos económicos que permitan una efectiva mejora de las enseñanzas. Junto con comunidades y universidades tendremos que buscar los fondos necesarios para acometer la reforma y distribuirlos de la mejor manera posible para que influya en la mejora de la calidad de las enseñanza. -¿Cuáles serán las primeras titulaciones que se impartan acordes con el modelo europeo? -El calendario dice que a partir de julio del 2007 las universidades organizarán los nuevos títulos y será en el curso 2008-2009 cuando comiencen a impartirse los grados de cuatro años. Serán los que las universidades consideren oportunos. En la reforma que estamos planteando las universidades tendrán una gran capacidad de decisión, de organización y de planificación. Creemos que hay muchas titulaciones ya preparadas para ofrecer el diseño europeo. -¿Mejorará la preparación para acceder al mercado laboral? -Uno de los objetivos de la reforma es la empleabilidad. Por eso insistimos tanto desde el MEC que los títulos de grado deben de tener un componente importante de prácticas externas, de movilidad a otras universidades en el extranjero y de un trabajo de fin de grado en el que el universitarios desarrolle distintas competencias. Los medios están puestos y creemos que permitirá una mejora de la adaptación a las necesidades del ejercicio profesional. -¿Se van a cumplir los plazos previstos? -Sí. Entre el 2008 y el 2010 se hará la modificación total de las enseñanzas. Se hará sin ningún problema.