De la trepanación a la navegación digital
Las técnicas de diagnóstico por imagen y la aplicación de la informática revolucionaron la especialidad y la supervivencia de los pacientes
Define el diccionario la neurocirugía como la ciencia que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades nerviosas que requieren procedimientos quirúrgicos para su tratamiento o mejor conocimiento. Decir Neurocirugía en León es hablar de treinta años de historia que comienzan el 19 de enero de 1976 cuando el hospital de la beneficencia, el creado por la Diputación provincial, decidió poner en marcha una unidad especial en la mitad de la séptima planta del edificio Princesa Sofía. Antonio Mostaza, Jesús Viñuela y Javier Fernández Fernández, luego consagrados especialistas fueron los primeros alumnos del servicio que entonces desde su creación y hasta 1981 dirigió Gerardo Flórez García-Lorenzana. Asumió entonces los mandos José García Cosamalón que sólo un año antes se convirtió en el primer médico adjunto. Fueron años duros, «de recursos mínimos» y pocos pacientes. El desarrollo de las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen en los años setenta y ochenta permitió pasar de la intervención a «ciegas» a un control exhaustivo de la lesión antes de abordar al paciente. Pero será a partir de la incorporación en el año 1990 a la red sanitaria pública se produjo un salto cualitativo importante. «Asumimos el reto del incremento progresivo de la demanda asistencial contando con mayores recursos humanos y técnicos que nos han permitido consolidarnos como un servicio de alto rendimiento científico-técnico y de calidad», explica el responsable de la unidad. Hasta llegar a ese momento, la unidad asumió la atención de pacientes sin contar siquiera con el apoyo de un servicio de neurología o de cuidados intensivos, aún no creados en el complejo hospitalario leonés. Ahora, por el centro pasan cada año más de mil pa cientes neuroquirúrgicos La colaboración de anestesistas, intensivistas, radiólogos y enfermeros es fundamental para la trayectoria de calidad del servicio. «Somos todos eslabones y si alguno falla el servicio se viene abajo», destaca el responsable de la unidad.