La mejora y modernización del regadío no altera las dimensiones ni la actividad en la zona
Medio Ambiente no hará estudio de impacto para el canal del Páramo Bajo
Las actuaciones en el sistema de riego afectan a una superficie de más de 34.000 hectáreas
La Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, considera que no es necesario someter al procedimiento de evaluación ambiental el proyecto de mejora y modernización del regadío en la comunidad de regantes del Páramo Bajo, según la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Las conclusiones de la resolución apuntan que, una vez analizados los informes pertinentes, «no se deduce la posible existencia de impactos ambientales significativos que aconsejen someter el proyecto al procedimiento de evaluación de impacto ambiental». Las actuaciones de mejora y modernización se realizarán sobre el sistema de riego existente en las 34.103 hectáreas que conforman la subzona II de la zona regable de la comunidad de regantes del canal del Páramo Bajo; con el objetivo de conseguir una mayor eficiencia en el aprovechamiento del recurso disponible, «permitiendo la consolidación del sector agrícola en la zona y una mayor rentabilidad económica de las explotaciones», según especifica la resolución. El proyecto afecta en León a los municipios de Alija del Infantado, Bercianos del Páramo, Cebrones del Río, La Antigua, Laguna Dalga, Laguna de Negrillos, Pobladura de Pelayo García, Pozuelo del Páramo, Quintana del Marco, REgueras de Arriba, Roperuelos del Páramo, San Adrián del Valle, San Millán de los Caballeros, Toral de los Guzmanes, Valdefuentes del Páramo, Villademor de la Vega, Villamañán y Zotes del Páramo; además de otros de Zamora. La infraestructura existente consta de un azud de toma sobre el río Esla, embocadura y canal cubierto de la toma, línea eléctrica de alta tensión con una longitud de 900 metros; dentro de transformación, estación elevadora, siete grupos monobomba, y otras instalaciones además de cinco balsas de regulación impermeabilizadas, con capacidad para un total de un millón de metros cúbicos. Está previsto mantener las balsas tras la modernización, y conectarlas a la nueva red de riego. Actualmente se riega la zona mediante distribución de agua a cabecera de parcela por medio de canales abiertos, sin presión. Tras las actuaciones se instaurará un sistema de riego «a la demanda», con conducción de agua a presión. Las obras, promovidas por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) del Norte, fueron sometidas a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental a finales de junio; y consultadas a diversos organismos, entre ellos la Confederación Hidrográfica del Duero, la Dirección General de Medio Natural, el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, además de los ayuntamientos afectados por la obra.