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La azucarera de La Bañeza, que preveía la recogida en octubre, acumula ya un mes de retraso

La campaña de remolacha se extenderá hasta la primavera por causa de la lluvia

La previsión meteorológica para esta semana complica la apertura de la fábrica el día 23

Publicado por
L. Urdiales
León

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La campaña de recolección y transformación del cultivo más rentable entre los que produce el campo leonés llegará este año, de forma extraordinaria, a marzo, tras acumular un mes de demora en su inicio. La lluvia de octubre (hasta 240 litros por metro cuadrado en algunas zonas ribereñas de León) ha impedido las tareas de arranque de remolacha y la apertura de la fábrica de La Bañeza, que este año tiene un aforo asignado 790.000 toneladas. Aunque el exceso de agua en las fincas que impide el inicio de las tareas agrícolas se limita a la provincia de León, la molturadora bañezana no recibirá los cupos que tiene asignados desde Palencia o Zamora porque resultan escasos para la actividad febril hasta que se produzcan los arranques en los valles y páramos leoneses. Las previsiones meteorológicas para los próximos días en León tampoco aparecen muy halagüeñas o permisivas con los agricultores que están pendientes de recolectar más de 7.500 hectáreas de remolacha. Desde mediados de esta semana, y con especial incidencia durante el próximo fin de semana, se esperan lluvias fuertes que dificultarán notablemente el acceso de la maquinaria a las fincas. «Así es que en esas circunstancias nos vamos a tener que olvidar de noviembre como mes de apertura de la azucarera, porque o cambia de inmediato la situación climatológica o será imposible que arranquemos la remolacha en noviembre», predice Matías Llorente, presidente de la cooperativa Ucogal. El líder cooperativista avanza ciertos contratiempos para los agricultores, que dependen económicamente de los ingresos que les puede reportar la remolacha. «Con este calendario vamos a llegar marzo con la campaña remolachera. Se debe observar que esta situación no se produce en ninguna otra zona productora, sólo en León, precisó Llorente, que apuntó una consecuencia positiva al retraso del arranque para los campesinos, además del de una mayor graduación y riqueza: «Una campaña tan larga garantiza poder sacar todo el cultivo, también las zonas más húmedas», señaló.

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