El fiscal solicita dos años de cárcel para el conductor, cazado a 260 km/h en la autovía León-Burgos
El conductor que fue sorprendido circulando a 260 kilómetros por hora en la autovía que une León y Burgos será juzgado el próximo 12 de diciembre en el Juzgado de lo Penal 1 de Burgos, según informaron ayer fuentes jurídicas. El Ministerio Público acusa a C.G.S. de un delito de conducción temeraria, por el que solicita dos años de prisión, la máxima recogida en el Código Penal (artículo 381) para este tipo delitos. De ser aceptado por el juez se convertiría en una pena récord. En concreto, el Código Penal contempla para el delito de conducción temeraria las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años. En este último caso, el fiscal de Burgos estipula la privación por un período de dos años. Los hechos se produjeron a las 17.41 horas del pasado 9 de febrero cuando el acusado conducía un turismo Audi A-8 por la carretera A-231 (León-Burgos) en dirección a Burgos, a una velocidad de 260 kilómetros por hora, que fue captada por el cinemómetro fijo (aparato para medir la velocidad de los vehículos) situado en el kilómetro 128 de esta autovía. Posteriormente, se comprobó que, en su trayecto, había realizado varios adelantamientos a camiones a 260 kilómetros. Según las calificaciones previas del Ministerio Fiscal, a esa velocidad y ante cualquier contingencia de tráfico la distancia que el vehículo recorrería antes de poder ser detenido por su conductor sería de entre 429,76 y 474,98 metros. Las diligencias previas fueron realizadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos, aunque el fiscal interesa la apertura de juicio oral ante el juzgado de lo penal.