El sector lácteo prevé su desaparición si se elimina la cuota a partir del 2008

Los productores leoneses predicen el fin del sector lácteo en la provincia si la comisaria de Agricultura de la Unión Europea saca adelante su propuesta de eliminar las cuotas a partir del año 2008. Marianne Fischer Boel es partidaria de aplicar un plan de supresión de los cupos lácteos de forma progresiva y así avanzar siete años la supresión del sistema de asignación, que tenía fecha de caducidad prevista en el año 2015. «El Consejo Europeo debe permitir una transición gradual desde las normas actuales a un escenario sin límites de producción,. A todos nos interesa un aterrizaje suave que evite disfunciones en el sector lácteo», comentó Fischer Boel en relación al posible anticipo de la liberalización que defienden, entre otros países, Dinamarca, Reino Unido, Suecia o los Países Bajos. «Pues sí al final se impone esta tesis tendremos ya fecha de desaparición de la producción láctea, porque en un mercado liberalizado no podremos competir frente a ganaderos de países que tienen base tierra y mejores condiciones productivas», valora José Antonio Herrero, ganadero lácteo leonés y presidente de la Federación de Productores Lácteo, Feplac. Los temores de los ganaderos leoneses no parecen gratuitos a tenor de las razones que expone Herrero. «Imaginemos un mercado liberalizado; si los precios son bajos el abandono del sector sería incontenible porque las condiciones de producción en España, sobre todo en toda la zona norte, no permiten competir con ganaderos de otros países. Si los precios son altos es evidente que se incrementará la producción y los precios se iban a caer, así es que estamos en le punto anterior». Los productores de León se declaran obligados a abandonar la producción en el momento que se aplique una mínima liberalización de las cuotas porque sus rentas estarían expuestas a vaivenes incontrolables. «Las pequeñas y medianas explotaciones no pueden sobrevivir; las explotaciones francesas de 300.000 litros disponen de una base tierra media de 52 hectáreas; en Alemania es de 70; aquí llegamos, a duras penas, a diez», relata. El problema se detecta también en cuestiones como la subvención. «Que nadie piense que nuestro rechazo a la liberalización es por la ayuda, que en España es de 1,90 pesetas por litro, mientras que en Francia es de 11 pesetas».