Los profesores exigen que las conductas violentas en los colegios entren dentro del Código Penal
El Gumersindo Azcárate denuncia en la policía a los dos agresores del bedel
La dirección del centro ha mantenido reuniones diarias con Educación El Ayuntamiento increm
La dirección del colegio público Gumersindo Azcárate denunció ayer, ante la Policía Local de León, a los presuntos agresores del bedel del centro, según ha podido saber este periódico por diversas fuentes. La decisión de acusar -por la vía legal- a las dos personas que el pasado ocho de septiembre entraron en este colegio y pegaron al conserje, que pretendía que uno de los alumnos -familia del denunciado- entrara en clase después del recreo, responde a las diversas reuniones -éstas han sido diarias- que ha mantenido la escuela con la dirección provincial de Educación. De estas conversaciones el claustro de profesores, con el apoyo de la Junta, ha decidido que este tipo de conductas violentas no pueden «quedar impunes». «Un recinto sagrado» El último de los encuentros, entre los responsables de Educación en la Institución autonómica y los encargados de la escuela, se produjo ayer, a primera hora de la mañana, y en él, según las mismas fuentes, se llegó a la conclusión de que la mejor opción pasaba por demandar a los presuntos agresores del ordenanza, «por haber invadido un espacio reservado a la enseñanza». Además, reconocen las personas cercanas al caso, este tipo de actos agresivos dentro de un recinto en el que hay niños pequeños «no se pueden permitir». Las dos personas -de etnia gitana-, que saltaron la valla del Gumersindo Azcárate para golpear al portero, todavía no han pedido perdón a la persona que, presuntamente pegaron. Los causantes del altercado esgrimieron que había sido un mal entendido, porque pensaban que el bedel llevaba al niño cogido por la oreja. El sindicato de Profesores de León, a través de su portavoz Carlos Cadenas, ha condenado este tipo de conductas, a la vez que apoya la decisión que ha tomado el Gumersindo Azcárate. «Un colegio tiene que ser un centro sagrado», recuerda. Además, desde la organización sindical se reclama que los casos de acoso escolar, o de conductas agresivas en los centros en los que hay niños, deben de estar incluidos en el Código Penal, «como recoge el artículo 550 en el que existe la figura de la agresión a un funcionario». La Junta ha ofrecido al claustro de profesores, a través de la dirección de la escuela, su gabinete jurídico y todo su apoyo.