Modelo poco perfeccionable

El modelo de las cajas de ahorro españolas, al margen del debate que suscita, es «difícilmente perfeccionable», en opinión del presidente de la Ceca, que considera que las entidades están en el segundo momento de esplendor de su historia, después del vivido a finales del siglo XIX. «Dos momentos que coinciden con la mayor libertad en la regulación del funcionamiento económico». Quintás recordó ayer que estas entidades han cumplido 170 años de vida, «en los que han cambiado todo, menos sus auténticas raíces». Como principales caracterísicas del especial modelo de negocio de las cajas de ahorro el presidente de la Ceca destacó el «ansia de libertad», que hoy considera garantizado después de que la ley financiera del 2002 fijara la representación pública en un máximo del 50% de sus asambleas. También defendió como plausible un modelo que ha conseguiro sentar en las asambleas a los sectores que tienen «intereses legítimos en las cajas, desde los empleados y los impositores a las entidades de interés general o las administraciones públicas». Quintás se felicitó de que las cajas se mantengan como «el mejor modelo de banca minorista del mundo», y que lleven ganando cuota de mercado ininterrumpidamente desde hace treinta años. Recordó que los activos de «estas entidades tan modestas hace apenas 30 años» son ya más abultados que el Producto Interior Bruto nacional, y que en breve superará el billón de euros; y también que las cajas son «el primer inversor social del mundo, con más de 1.300 euros invertidos este año a través de sus obras sociales». Sin embargo, abogó por «recordar cada día este hecho. Nuestra eficacia empresarial, dijo, tiene más brillo ante la sociedad que la labor oculta de nuestras obras sociales. Pero los medios no nos distraen de los que sabemos que son nuestros verdaderos fines. Los hemos defendido no con la dureza de la roca, sino con la flexibilidad del bambú».