| Reportaje | Ideas urbanísticas |
Una firma transparente El edificio se fía en el horizonte de mayo del 2008
El dibujo del Palacio de Congresos no será el único con la rúbrica de Dominique Perrault dentro de la ciudad, donde ya trabaja en el desarrollo de la sede de la empresa Agelco en La Lastra
Construir ideas, propio de filósofos, es lo que hace Dominique Perrault. Ideas que cobran forma de libro, como en la Biblioteca Nacional de Francia. Ideas que dibujan una nueva costa, más humana, como en la playa de Las Teresitas, en Tenerife. Ideas con coraza, como en el teatro que desarrolla en San Petesburgo. Ideas que buscan el cielo, como la dibujada para formar parte del área de rascacielos de la Defense, en París. Ideas que se tienden sobre la ciudad en un manto fotovoltaico, como el Palacio de Congresos de León. Ideas, ideas... en parto continuo, que nacen en una cuartilla en blanco y se desparraman en trazos enérgicos para soñar con edificios de ciudades «en las que se pueda vivir». De un desarrollo caligráfico mimado en la misma placenta que sus obras capitales, Perrault ha ideado ahora el segundo de los edificios que rubricará en la ciudad. La sede de Agelco, que se situará en una parcela de La Lastra, contará con uno de los sellos principales de la factoría del francés: la trasparencia. Una cualidad arquitectónica que impregnará los cerca de 1.900 metros cuadrados últiles del inmueble, en el que, junto a la sociedad madre, tendrán asiento Viproelco, Lagun Air y una agencia de viajes de vínculo comercial. El edificio esbozado por Perrault, que desarrolla su estudio de 60 profesionales, con el joven arquitecto leonés Ricardo Lorenzana a la cabeza, construye su fachada en vidrio negro, que abre espacios con cristal transparente en coincidencia con las áreas corporativas y de significacia. Ver y ser vistos, como concepto, en un edificio estrecho, que se reparte en planta baja, tres alturas y una pequeña terraza lanzada para actos íntimos o públicos. El diseño imagina un pequeño patio inglés bajo la rasante, que da entrada a una cafetería. A nivel, el edifico da la bienvenida en un vestíbulo con dos grandes lámparas y separa en cada extremo zonas comerciales para Viproelco y Lagun Air, que en su espacio inmediatamente superior tendrán las áreas de gestión comunicadas internamente. Un piso más arriba estará el salón de actos, diáfano, y las salas polivalentes, mientras que en la tercera planta se ubicarán áreas coporativas y de presidencia, con el bordón de la terraza. Sin pretenciosidad, la división está limida por la lógica de lo funcional, irrenunciable en un contenedor que espera albergar más de 100 personas, que asisten los negocios que se ha decido incluir en el plateamiento inicial de la dirección de la sociedad. «El exterior debe ser muy sencillo. La arquitectura se hará dentro», desvela Perrault, quien define que «Una empresa moderna como Agelco no debe tener un edificio cerrado, sino abierto, que participe de la vida del barrio». Ideas y más ideas, salidas de un hombre que gusta de vestir de negro y quiere ser transparente. El proyecto que Dominique Perrault ha pensado para Agelco camina más allá de las buenas intenciones. Después de un primer encuentro, en la que el arquitecto galo plasmó en una cuartilla (sobre estas líneas) su idea del edificio, los responsables de la empresa privada que agrupa a 33 constructores de León, se desplazaron esta semana a París para rubricar el contrato. En el calendario de plazos que se ha fijado, se plantea la inauguración de la sede corporativa, donde también estará Lagun Air y Viproelco, para la primavera del 2008, aunque no se quiere avanzar con prisas.