El sector cuestiona el uso que se da a las ayudas europeas en proyectos ajenos a la agricultura
El campo exige que los fondos rurales se destinen sólo a proyectos agrarios «La Junta no puede olvidar el cese anticipado, la incorporación de jóvenes y la modernización»
El 5% de los incentivos de la PAC se destinarán a financiar proyectos de desarrollo rural
Los agricultores leoneses exigen que el destino de los fondos al desarrollo rural que aporta la Unión Europea sea acorde al principio que persiguen: financiar la creación de riqueza en el sector agrario, principal sustento de la población que vive en el ámbito rural. Esta es la tesis que defienden los interlocutores sociales de este colectivo, expuesta por el secretario general de Ugal, Matías Llorente. La reivindicación del mundo agrario se asoma al debate que corre ahora junto a los incentivos a una estructura económica competitiva en el campo, expuestos a una reducción motivada por la pérdida de la autonomía de Castilla y León de la condición de Objetivo 1. Las ayudas no llegarán en la misma cuantía a partir del año 2008. Tampoco partirán de las mismas fuentes de financiación. Parte de los fondos se nutrirán del desvío del 5% de las ayudas asignadas a los agricultores, que serán detraídas por la nueva fórmula de modulación que establece el Pago Único. «Razón suficiente para exigir que ese dinero, que es una cantidad más que considerable, revierta al campo, a la creación de empleo en el sector, al cooperativismo y a financiación de proyectos agroindustriales y de transformación de materia prima, que son las dos únicos exponentes que pueden llevar adelante las perspectivas de futuro en el campo leonés», explica Llorente, consciente de que esta postura puede chocar frontalmente con alguno de los conceptos que han presentado los grupos de acción local como destino de inversión de los fondos de desarrollo rural. «Desde luego, que estos fondo no deben estar enfocados a ninguna cuestión que no esté relacionada o sea ajena a la actividad agrícola y ganadera», matiza Llorente. El dirigente de Ugal interpreta como «una injusticia» que ayudas que tiene como destino el desarrollo rural «acaben financiando arreglos de ermitas o asfaltado de calles», denuncia. El campo leonés se enfrenta a un porcentaje escaso de posibilidades de alcanzar el nivel de desarrollo que expresa el mundo agrario en otras zonas de España. El secretario de Ugal cree que sólo podrá conseguirlo -dada la estructura social que lo sustenta- si la administración autonómica no pone en riesgo tres líneas de ayuda con las que se incentiva la transformación agraria desde los fondos de desarrollo rural. «La Junta no puede dejar de financiar, porque es su competencia, las líneas de jubilación anticipada, para permitir una salida digna a los agricultores con explotaciones pequeñas y sin continuidad generacional porque no podrán hacerlas rentables para competir. Tampoco la modernización de regadíos, de la que aún queda mucho por hacer en la provincia leonesa. Y mucho menos restar incentivos para la entrada de nuevos agricultores y ganaderos, de incorporar jóvenes al sector, un plan del que presumía la Junta hace bien poco. Estas tres cuestiones no pueden abandonarse», insiste Llorente. Ante el reciente augurio del consejero de Agricultura de Castilla y León de debacle para el mundo rural por la reducción de las ayudas europeas, Llorente sugirió más compromiso de la Junta: «Lo que deben hacer ya es decir cuánto dinero están dispuestos a poner para evitar que el campo se pierda. Lo que no puede entenderse es que hace dos años estuvieran celebrando que éramos ricos y que no hacían falta más ayudas europeas y ahora no aporten financiación para ayudar al desarrollo del campo leonés».