El caso del otro maletero todavía no tiene respuesta

El asesinato de María José Zapico, la joven que falleció en circunstancias violentas en agosto de 1993 y cuyo vehículo apareció calcinado en el Paseo de Salamanca, sigue sin ser resuelto trece años después de lo sucedido, a pesar de que en los últimos meses, se había barajado la hipótesis de la posible reapertura del caso, gracias a la validación de una prueba de cuyo carácter nada se ha hecho público. El caso data del 19 de agosto de 1993. Aquella noche, la joven no volvió a casa, como estaba previsto, y su cadáver apareció calcinado en el interior del vehículo de su propiedad, con síntomas evidentes de haber sido estrangulada con un pañuelo. Según los testimonios recogidos en su día, la familia sostiene que el supuesto autor de los hechos «es alguien que no está muy lejano a María José, y que tenía una relación de cordialidad tremenda con nosotros desde hacía tiempo, pero que, sospechosamente, desde el momento en que María José desaparece, nos deja como un cero a la izquierda. Creo que si algún día se consigue esclarecer el tema, al autor de lo ocurrido van a encontrarle no muy lejos». El hecho de que el caso que se ha juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de León y el de María José Zapico tuviesen en común la aparición de un vehículo con un cadáver en el Paseo de Salamanca, ha llevado a la confusión en más de una oportunidad a la calle, si bien, no hay conexión alguna entre ambos episodios. Ahora, un caso ya ha sido juzgado y el otro permanece en fase de espera. Nada que decir «Creo que no es conveniente que se hable de estas cosas en los periódicos» manifestó anoche la madre de la víctima, Angelita Bajo. «Hay que dejar que la justicia siga trabajando y que se hagan las cosas como se deben hacer. He seguido el otro caso a través del periódico esta semana, y lo único que espero es que nosotros podamos llegar a celebrar también un juicio, nada más». La familia de la joven acudió a la Audiencia Provincial en marzo del año pasado, para exigir una revisión en las pruebas. A medida que han ido pasando los meses, ha cobrado fuerza la teoría de que podrían barajarse nuevos datos para imputar en el caso a una persona al menos, aunque ninguna de las partes desea que trascienda nada al respecto. Incluso se ha puesto el asunto en manos de otro letrado. No había vuelto a haber investigaciones desde 1999, y el único detenido, quedó libre por falta de pruebas.