Aseguran que se realizan técnicas sin autorización y con alto riesgo para los clientes
Los médicos denuncian el intrusismo y el riesgo de los centros de estética
Los profesionales demandan en León que se regule quién puede comprar y usar el instrumental
Los responsables de la Asociación Leonesa de Medicina Estética (Alme) y los representantes de la Asociación de Medicina Láser denuncian el alto riesgo que supone el nulo control de las técnicas estéticas que se llevan a cabo en centro no autorizados. Ana Rosa González, presidenta de Alme, explicó que las medidas de seguimiento son «totalmente insuficientes» lo que conlleva un alto riesgo para los clientes. Centros de estética o peluquerías, indicó, aplican «técnicas y tratamientos para las que carecen de preparación y autorización». «No existe seriedad ni en el control ni en la regulación. Las administraciones se lavan las manos como Pilatos dejando al consumidor en una total indefensión. Deberían regular qué se puede vender y quién puede utilizar una serie de instrumentos médicos antes de que pase algo gordo que haga nacer las prisas y los temores», agregó Mariano Vélez, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Láser. La lucha contra el intrusismo constituye uno de los principales caballos de batalla de la Asociación Leonesa de Medicina Estética que la pasada semana organizó una sesión científica en León sobre el rejuvenecimiento facial a la que asistieron medio centenar de facultativos. En este encuentro, enmarcado en las jornadas de formación continuada de los facultativos de Castilla y León, se puso de manifiesto la necesidad de «luchar contra el intrusismo» como primer reto profesional. Personas autorizadas El mensaje que quieren transmitir los especialistas es que los usuarios deben ponerse en contacto con los colegios de médicos para conocer qué personas están «autorizadas y preparadas» para llevar a cabo distintas técnicas. «Los tratamientos médicos sólo se pueden efectuar en consultas y centros autorizados», destacó Ana Rosa González. La administración, agregó, «controla mucho a los profesionales que estamos bien pero nadie vigila las actuaciones de los centros de estética o peluquería que hacen tratamientos estéticos» pseudomédicos, «usan láser sin calidad o sin preparación o aplican técnicas con productos químicos que desconocen».
