El hombre prudente

SI ALGO parece haber aprendido Jesús García en el polvorín político en que se ha convertido el Ayuntamiento de Villaquilambre es que la prudencia y el saber marcar los tiempos constituye un arma más eficaz que abrir la boca. Ha mantenido contactos con el PP, silenciosos; se convertirá, seguramente, en su próximo candidato y logrará, si no fallan mucho los cálculos, elevar esos 1.076 votos del 2003 que tan sólo permitieron a los populares arañar una representación electoral del 16,59% en uno de los municipios leoneses con mayor crecimiento. Es más, en su cambio al PP, el ex concejal de Urbanismo arrastrará a otros tres concejales leonesistas y a la pedánea de Navatejera, una localidad que aglutina al 50% de la población del municipio. Los espectadores foráneos podrían pensar que con tanto traspaso la lista de Lázaro García Bayón se queda temblando, pero la álgebra de partidos no tiene por qué resultarle desfavorable. Desde luego, en la política de pactos es más factible que UPL -la lista más votada en las últimas dos legislaturas- alcance un acuerdo con sus ex compañeros -llegados al PP- que con el anterior portavoz popular, Manuel García, con quien Lázaro mantiene fuertes discrepancias. Es más, la dirección popular sabe que Villaquilambre puede ser de las pocas monedas de cambio con UPL para lograr la llave leonesista tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación. Claro que no deben olvidar la maniobra del PSOE, que aún duda entre Miguel Hidalgo y una vecina de Villaobispo...