Del hormigón al cristal

La ola que sacude a los ayuntamientos del área metropolitana leonesa para ampliar, remodelar o incluso construir un nuevo ayuntamiento también ha llegado a Villaquilambre. La necesidad de ganar espacio no es nueva. Ya el anterior equipo de gobierno incluyó entre sus prioridades la mejora de la sede consistorial, construida hace 24 años, y en la que se amontonaban expedientes y funcionarios. El primer paso para que las obras puedan arrancar se produjo, no obstante, hace tres meses, con la apertura de un concurso para la redacción del proyecto, que se abrió a todos los arquitectos del país. Sólo se han presentado dos estudios, «menos de los que esperábamos», reconoció ayer el alcalde, Miguel Hidalgo, pero suficiente para que ambas propuestas se cuelguen en la página web del Ayuntamiento y puedan ser votadas por los ciudadanos, antes de que la mesa de contratación adopte una decisión. Los dos anteproyectos coinciden en respetar el actual edificio, trasladar la entrada del futuro conjunto arquitectónico a la parte posterior (Oeste) y en construir la nueva estructura con materiales modernos y un diseño vanguardista. 1 Julio Alaejos Este arquitecto apuesta por la sencillez del hormigón y el cristal para ganar 1.875 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. Como seña, plantea un bloque rectangular acristalado que serviría de pasillo de conexión y para la escalera. Considera que el coste ascendería a 72.000 euros, incluyendo 22.000 para la dirección de obra. Fija el plazo de ejecución de la redacción del proyecto en 90 días. 2 Daniel Díaz Font-Martín Granizo Ganan también 1.875 metros cuadrados, pero a través de tres niveles distribuidos en un cubo recubierto de placas que se abre a un patio. Ese espacio central pretende convertirse en el corazón del futuro ayuntamiento, conectando la parte vieja y la moderna. Estiman también en 72.000 euros el coste de la redacción, con un plazo de ejcución de 45 días. Desde que se comenzó a hablar de la ampliaciónl, el equipo de gobierno ha barajado dos posibilidades, aprovechar la ubicación actual o construir otra sede en el espacio que se prevé liberar entre las carreteras de Santander y Collanzo. En el mismo lugar de 1982 El alcalde y la concejala de Urbanismo, Maribel Lorenzana, reconocieron ayer que la segunda alternativa implicaba esperar, al menos dos años, antes de poder iniciar los trámites. «demasiado tiempo para resolver el problema», según Hidalgo. Además, la Junta aún no ha respondido a las alegaciones de Villaquilambre para modificar las directrices de ordenación del territorio, que idean un gran área verde en esa zona.