El condenado por el crimen del maletero lleva casi un mes en huelga de hambre

El varón leonés de 37 años condenado por la Audiencia Provincial a una pena de 23 años de prisión como supuesto autor del asesinato de su anterior compañera sentimental, se encuentra en huelga de hambre desde hace casi un mes, al entender que el tribunal popular no ha respetado «el requisito primordial» de la presunción de inocencia «manifestando su mala fe y gran desprecio a la verdad dando como hechos probados conclusiones sin apoyatura en prueba alguna, pese a que la ley lo prohibe tajantemente». Recalca que, el día en que se produjeron las deliberaciones, el jurado almorzó en el mismo restaurante en el que había trabajado la víctima cinco meses antes de ser asesinada «pese a que la ley lo prohibe tajantemente» según el acusado. El procesado fue condenado como autor de un delito de asesinato, con las agravantes de alevosía y ensañamiento, de acuerdo al veredicto emitido por un jurado popular el pasado 18 de noviembre. Se entendió probado que, a principios de septiembre del 2004, y después de que la ex compañera sentimental del procesado decidiera poner fin a la relación, el supuesto autor de los hechos acabó con la vida de la fallecida, por no querer reanudar los vínculos que les unían, tras causarle 14 heridas superficiales en la parte superior del cuerpo, golpearla en la zona occipital con un objeto cilíndrico, y romperle el cuello con giros bruscos, cuando se encontraba en situación de indefensión, prácticamente, a consecuencia del impacto. Falta de arbitrariedad El reo expone que como «protesta máxima por la arbitrariedad , falta de fundamento y objetividad del jurado, en su deliberación, habiendo pasado por alto el requisito primordial de la presunción de inocencia» suplica al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que realice un examen exhaustivo del juicio «ya que la sentencia es una obra novelística capaz de confundir hasta las mentes más lúcidas». Fue un espectáculo baladí Sostiene el procesado que la misiva no pretende «pedir una libertad que por justicia me toca, sino que se verifique el motivo de mi protesta, ya que todo ha sido un espectáculo baladí». Considera que se han vulnerado los artículos 56.1 y 56.2 de la ley del Jurado Popular (referidos a la incomunicación de sus miembros). «El propietario y los empleados del restaurante en el que comieron los miembros del jurado, conocían a la víctima y también a mí, por lo que creo con total seguridad que hubo arbitrariedad e interés creado». Recuerda que la víctima había trabajado el este local «cinco meses antes de su terrible muerte» y anuncia que no cesará en su protesta máxima «hasta que este entramado judicial no se esclarezca y prevalezca, como requisito primordial, la justicia, llegando si fuere necesario hasta el final de mis días». La huelga de hambre se inició el pasado 20 de noviembre. El reo se encuentra en buen estado, según la dirección de la prisión, y se seguirá el protocolo habitual en el caso. «Si es necesario, esta protesta en busca de justicia, va a llegar al final de mis días» R.S.P. Condenado por el asesinato