Sesenta policías vigilaron a diario los principales centros educativos

La dotación policial que se ha destinado en los últimos meses al control de este problema se ha elevado a un total de sesenta efectivos, que en buena parte de los casos, han realizado su trabajo sin vestir uniforme oficial, para pasar desapercibidos y controlar lo que ocurría en los centros educativos. A partir de la siguiente fase, la quinta, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía vestirán su habitual indumentaria, con el objeto de entrar ya en una nueva dinámica por la que, además de las tareas de investigación, también se acomete una labor de disuasión. Dos años de tareas Los planes del Ministerio del Interior se prolongarán por espacio de al menos dos años en todo el territorio nacional, y se centran básicamente en una población que fluctúa entre los catorce y los quince años, básicamente: la que se considera con mayores posibilidades de riesgo, a tenor del notable descenso que han evidenciado los expertos en el inicio del consumo, que de forma progresiva, ha descendido en los últimos años. Los horarios en los que básicamente se han llevado a cabo los controles han sido los de la entrada al colegio, la salida y los recreos, por entender que es en estas fases de la jornada en las que se producen los principales movimientos. El Cuerpo Nacional de Policía ha puesto a trabajar en esta materia a 3.100 agentes. que se irán distribuyendo de forma adecuada por los principales puntos de atención, dependiendo de las necesidades a las que se someta la programación prevista.