En el modificado también entra el aumento de la cota de depresión para unir Ordoño II con el oeste
El modificado del proyecto inicial de soterramiento del ferrocarril no se queda tan sólo en ganar cerca de un kilómetro más de vía subterránea al tren, sino que también posibilita el aumento de la cota de depresión de la estructura para que la calle Ordoño II se extienda hacia el oeste de forma plana y no tenga que lidiar con el escollo que se esperaba. Lejos de suponer un cambio nimio, la depresión anterior de la cota del ferrocarril hacia la nueva estación, que unificará las terminales de tren y autobús, hará posible que se prolongue la gran arteria de comunicación este-oeste de la ciudad y se integre todo el entramado de una manera más homogénea. Ordoño II quedará a escasos metros del nuevo centro de la capital leonesa, donde se desarrollará una nueva zona de actividad en la que León hipoteca parte de su futuro y que cambiará por completo la fisonomía urbana. La variación elimina las posibles estrías que tendrían que limar los responsables de acometer el proyecto de integración, que fiaban su diseño en el aumento de la cota de depresión, sin la que sería muy dificultosa la ejecución del gran parque urbano con el que se piensa aire el entorno de la nueva estación.