Profesionales de Atención Primaria acuden a la primera jornada de malos tratos
Sólo el 2% de los casos de violencia se descubren en las consultas
La complejidad y la invisibilidad de los síntomas enmarañan el diagnóstico
Un número muy bajo de los casos de violencia de género se diagnostican en las consultas. Algunos estudios sitúan la cifra entre un 2 y un 3 por ciento, «pero no existe una fuente fidedigna que permita determinar efectivamente el porcentaje real», se puso ayer de manifiesto en la primera jornada de violencia de género organizada por la Gerencia de Atención Primaria y a la que acudieron cuarenta profesionales, médicos, enfermeros y trabajadores sociales del área de salud de León. «No siempre los signos de la violencia están visibles y cuando lo están son tan complejos que es muy complicado llegar a un diagnóstico preciso. La complejidad nace de que la víctima está pasando por una situación vital muy confusa y a veces los signos se difuminan», explica Benigna López, directora de Enfermería del área y moderadora en la primera de las mesas redondas celebrada. Hiperfrecuentación en las consultas con síntomas poco claros, cuadros de ansiedad y/o depresión, insomnio y somatización de problemas de salud son algunos detalles que pueden llevar a un diagnóstico, recoge la guía de actuación ante los malos tratos elaborada por Carmen Fernández y Sonia Herrero, que ayer presentaron este trabajo. Los equipos de Atención Primaria, destacaron, ha de jugar un papel fundamental en la detección del problema y servir de nexo entre la víctima (mujer en el 99% de los casos) y los recursos sociosanitarios de ayuda. «Cualquier consulta, cualquier profesional puede detectar el problema», destaca Benigna López. Tratarla la violencia como un problema de salud y abordarla como un problema con muchas aristas, médico, psicológico y económico, en muchos casos son las pautas de comportamiento más adecuadas. El trabajador social Los malos tratos como problema de salud, el papel del trabajador social y de las asociaciones comunitarias en la ayuda a las víctimas, el apoyo psicológico y los aspectos médico-legales de la atención completaron el programa de la jornada de atención continuada que contó con la colaboración de la Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales, Adavas.