Roban quince bolsas de carne sin saber que dos están envenenadas

Un vecino de Puente Castro, cuyo negocio fue objeto de un robo este fin de semana, denunció ayer que, de la partida de alrededor de quince bolsas de carne que le fueron sustraídas, al menos dos están envenenadas, con un tóxico especialmente fuerte, que se pretendía dedicar a la caza de zorros, y cuyos efectos no se notan hasta pasados al menos quince días. «Los médicos que hemos consultado nos han dicho que está tratada con un químico que, en condiciones normales, es absolutamente mortal, así que, ya que no voy a recuperar lo que me han llevado, por lo menos que no se cause un accidente innecesario, no vaya a ser que los ladrones tengan familia y vayan a dar de comer a sus hijos o a sus mujeres y haya una desgracia», manifestó ayer a este periódico. Los hechos tuvieron lugar este fin de semana. En la noche del sábado, uno o varios desconocidos forzaron la entrada a los talleres que regenta la víctima en Puente Castro, donde guardaba en un arcón alrededor de quince bolsas de carne: «Básicamente todo era jabalí y corzo. Era caza la mayor parte. Lo teníamos guardado allí, para congelar, porque dejamos el arcón permanentemente y vamos sacando lo que nos hace falta» aseguró en la mañana de ayer el afectado. El lunes, la sorpresa Al comienzo de la semana, a la hora de abrir el negocio, el propietario del taller, una persona especialmente conocida en la zona por su dedicación y por su carácter especialmente afable en la zona, se percató de que había sido objeto de un robo, ante lo cual procedió a evaluar los daños: «Lo que más nos extraña es que han ido a tiro fijo, porque al lado de las bolsas, había también paquetes de alubias, pero ¡descuida que eso no lo tocaron, no!. ¡Ahí quedaron todas!». El problema radica ahora en que de las quince bolsas de carne que se sustrajeron en el transcurso de los hechos, al menos dos estaban envenenadas como parte de la estrategia preparada por el propietario del taller para tratar de cazar varios zorros: «Había carne normal, que venía de caza que habíamos hecho, y tenía jabalí, corzo, y cosas así, pero dos bolsas, las habíamos dejado preparadas como trampas, con veneno, para matar zorros, y es un veneno muy fuerte, que no se nota hasta que no han pasado quince días por lo menos. La primera reacción fue pensar que, ya que me han robado, pues que lo paguen, pero luego no dejo de pensar que a lo mejor tienen mujer e hijos, y pueden pagar justos por pecadores. Si ya se han comido la carne, que vayan al médico, porque están en serio peligro». Quince años en el mismo sitio La autoría del robo sigue sorprendiendo al propietario del negocio: «Ese arcón lo hemos tenido en el taller toda la vida, casi lleva ahí... no sé, por lo menos quince años, y nunca había pasado nada. Pero bueno, es lo único que se llevaron, la verdad, porque el resto de lo que había, no lo han tocado». El afectado ha puesto el caso en manos de las autoridades competentes, para que procedan a realizar las averiguaciones pertinentes, con la intención de tratar de esclarecer lo sucedido. «No dejo de pensar que puede haber una desgracia, y a pesar de lo que ha pasado, no quiero que se produzca un accidente por culpa de un tema de estos. Si los que lo han hecho leen esto, que no coman la carne».