Una mujer entre bujías

No son pocos los que le hablan de los coches como le explicarían a un pulpo lo que se cocina en un garaje, pero los talleres tienen muy pocos secretos para ella. Empezó por necesidad, y con coraje, y hoy sigue con el mismo coraje y una afición que reconoce sin empachos. «Me gustan los talleres y las grúas». Y a sus compañeros de actividad les gusta cómo afronta los retos y el futuro del sector. De hecho han puesto en ella su confianza para dirigir la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos de León, integrada en la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), durante los próximos cuatro años. Empresaria y comprometida con el mundo empresarial, Mari Luz Merino es la primera mujer de Castilla y León en presidir una asociación de este tipo, y una de las primeras en todo el país. Es también miembro de la junta directiva de la Fele y vocal de la Cámara de Comercio e Industria de León, donde desarrollara responsabilidades en materia de formación. Merino asumió el pasado día 14 la presidencia de una de las asociaciones más importantes de la organización patronal, fundada en 1977 y que agrupa a 150 empresarios de talleres, concesionarios y reparaciones, aproximadamente un 25% del total del sector en la provincia. Entre sus prioridades de cara al futuro destaca el asesoramiento a las empresas en materia de gestión de exigencias medioambientales, y sobre todo la formación. «Necesitamos chapistas y pintores, es una profesión casi artesanal, que se iba aprendiendo de maestros a aprendices en los talleres, pero que hoy casi se está perdiendo». La nueva presidenta fue presentada ayer en la Fele arropada por su vicepresidente, Juan Fernández, y por el secretario de la asociación, Manrique Derqui. También contó con el apoyo de uno de sus predecesores en el cargo, Bienvenido Vizán. Todos ellos destacaron el coraje y la personalidad de esta mujer, su empuje y su vocación de servicio al resto de las empresas a través de las distintas organizaciones patronales. «Tenacidad y valentía son las principales características de esta empresaria», señaló Vizán, que recordó cómo a los 25 años se quedó viuda, apenas un mes después de que su marido iniciara la actividad de lo que hoy es Talleres y Grúas Hermanos Merino. «Fueron las circunstancias las que me obligaron, me hice cargo del taller y lo he gestionado durante treinta años», explica. A Merino le gusta poco hablar de su vida y sus cualidades, tampoco excesivamente de la excepcionalidad de ser mujer en un mundo de hombres («a menudo creen que soy la secretaria»), y mucho centrarse en los proyectos de futuro, en el apoyo que desde las asociaciones empresariales se les puede dar a las pymes del sector y en los principales retos de futuro que afrontan. Entre estos retos le preocupa especialmente el informe que deberán presentar las empresas del sector antes del próximo día 7 de febrero, junto con otras que utilizan sustancias potencialmente nocivas, dentro de la nueva normativa sobre suelos contaminantes. Pero vuelve una y otra vez a la formación. «Hay alumnos de formación profesional que llegan a los talleres con poca experiencia, es necesario que pasen un periodo de formación». Los responsables de la asociación de talleres de reparación de vehículos reconocen que la mujer tiene cabida laboral en alguna de las actividades que se desarrollan en sus empresas, especialmente en las tareas de pintura, donde al parecer resultan especialmente cuidadosas y detallistas. Proyecto con el Ildefe De hecho, han presentado un proyecto al Ildefe (en el que la Fele participa como entidad colaboradora) para realizar dentro del programa Equal un curso dirigido fundamentalmente (aunque no de manera exclusiva) a mujeres, para experimentar con pinturas al agua, mucho menos contaminantes que las que se utilizan actualmente. Desde la asociación se esfuerzan también en recuperar el prestigio de un oficio «que durante años no estuvo bien visto socialmente, porque resultaba sucio. Hoy en muchos talleres trabajan casi con bata blanca». La incorporación de la mujer al mundo laboral de los talleres de reparación de vehículos es una cuestión que se va produciendo lentamente, sobre la marcha. A parte de las citadas empleadas para pintura, la mayor parte de las féminas que trabajan en el sector ocupan cargos administrativos o en tareas de recepción en los concesionarios. «Pero también va habiendo empresarias, sobre todo hijas o familiares de emprendedores que tienen talleres. Se dedican fundamentalmente a la gestión, pero su presencia ya no es algo extraño», comenta Merino. En cualquier caso, una nueva etapa se abre para esta asociación empresarial, que apuesta por la profesionalidad y los servicios más allá de quién haya llevado tradicionalmente las riendas de los negocios. Merino no es nueva en ninguna de las dos actividades.