«¿Qué pasa con las vidrieras y las gárgolas de la Catedral?»

Portilla de la Reina, Torrebarrio y el Bierzo fueron evocados ayer por las voces blancas del coro del colegio público Quevedo, que inauguró el programa de El Ramo de Navidad en la plaza de San Marcelo. El aula coral entroncó con la vieja costumbre de insertar entre sus versos una pequeña referencia a los sucesos del año acaecidos en el pueblo. Y al pueblo de León le dijeron, de parte de su barrio, que estaban descontentos con el asfalto que sustituyó a varios árboles en su parque y con las luces de Navidad, que «alumbran al otro lado». A la vista del programa navideño y en presencia de la concejala de Fiestas, Cristina Gómez, que les escuchaba atentamente, preguntaron si los leoneses quieren más a Papá Noel que a los Reyes Magos (hay programada una carrera de papá noeles). «¿Qué pasa con las vidrieras y las gárgolas de la Catedral?», inquirieron también a los leoneses. Pero no todo fueron malas noticias y quejas, que también las hubo buenas y satisfactorias. Los escolares se felicitaron por la próxima construcción de un polideportivo en su centro: «Se acabó el pasar frío a este lado del río», dijeron. Y, ¡cómo no!, también porque «se habla de nosotros al haber cantado el ramo», dirigidos, un año más, por Carmen Pedruelo. El canto del Ramo de Navidad en la plaza de San Marcelo se instauró hace cuatro años por el impulso de la etnográfa Concha Casado.