OPINIÓN
La verdad sobre el tabaco
COMO víctima del tabaco y como Presidente de la Asociación de Laringectomizados de León y de la Federación de Laringectomizados de España y Asociaciones Sin Humo, creo que algo tengo que decir sobre el tabaco, sin lugar a dudas el tema sobre el que más mentiras se han dicho y publicado en todo el mundo. Según algunos periodistas, y de mucho prestigio, el tabaco es un vicio, mentira, es una drogadicción (el tabaco crea cuatro veces más adicción que la heroína o la cocaína) y las drogadicciones están consideradas una enfermedad; también dicen que es muy fácil dejarlo, mentira, es muy difícil y para algunos imposible. Sobre la Ley del Tabaco, veamos a quienes persigue o castiga, es a los que adulteran el tabaco, es a quienes lo consienten, no hace o ayuda a las víctimas a dejarlo o a no iniciarlo, no, sólo persigue y castiga a los fumadores, es decir, a las víctimas, y una Ley que castiga a las víctimas y premia o no hace nada con los culpables no puede ser buena; aunque sin duda al prohibir fumar en muchos sitios el consumo desciende, pero con eso no se soluciona el problema. Que el Estado está obligado a velar por la salud de los ciudadanos, mentira: el Estado permite y colabora, se lleva más del 70% del precio del tabaco y sabe que está adulterado con más de 4.000 productos, sabe también que cada día mueren 158 españoles a consecuencia del tabaco. La Organización Mundial de la Salud acusó formalmente a las Tabaqueras en la ciudad de Ginebra el día 12 de octubre del 2000, de adulterar el tabaco con más de 4.000 productos (incluidos el polonio 210 radioactivo, el cianuro y el amoniaco), las acusó de que con eso conseguían que el tabaco creara una adicción cuatro veces mayor que la que crean la heroína y la cocaína, de que en ese año 2000 habían muerto en el mundo 4.200.000 personas a consecuencia directa del tabaco (56.000 en España), y de que toda la publicidad que hacían era engañosa. Todas las Tabaqueras reconocieron que todo era cierto y que estaban dispuestas con dinero a paliar los daños¿ Los científicos han demostrado que un fumador vivirá de 15 a 25 años menos (también lo dice el Ministerio de Sanidad) y que uno de cada dos adolescentes que fuma morirá prematuramente. En España está prohibido suicidarse (pero según qué casos). Por último la única solución (y si hubiera justicia sería inmediata) es prohibir la adulteración del tabaco, con ello sería verdad «lo de velar por la salud», se cumplirían las leyes (que prohíben adulterar cualquier producto) y se haría justicia. También es imprescindible que el Estado ayude psicológica, médica y farmacológicamente a los fumadores para que puedan dejar de fumar, y educar (desde los 8 años) a los niños y adolescentes para que no comiencen.