Un inspector velará para que las asociaciones trabajen por la preservación y difusión de los perros
El inicio de la gestión de los tres libros del mastín consolida la división de la raza
La Junta permite empezar los registros un año y medio después de aceptar las tres propuestas
Con la llegada del nuevo año comienza la gestión oficial de los tres libros genealógicos concedidos por la Junta a las tres asociaciones del mastín que reclamaron en su día la llevanza de la raza. Ahora, estos colectivos aguardan únicamente las instrucciones que deben llegar desde la institución autonómica para estrenar los registros, donde serán inscritos los nacimientos y ejemplares reproductores. La oficialización de una gestión individualizada para cada asociación consolida la división entre estos tres colectivos y, por tanto, de la propia raza. La Junta ha nombrado también un inspector que velará por la preservación de la especie y realizará inspecciones periódicas al trabajo realizado por los colectivos encargados de estos libros. Esta iniciativa, además, implicará que aquella asociación que no cumpla con los requisitos fijados perderá el libro. Los colectivos, que siguen pugnando cada uno por su lado por la gestión en exclusiva de la raza, han de remitir a la Junta la relación de actividades previstas para todo el año, que deben incluir acciones para su promoción y preservación, así como aspectos como relación de propietarios y perros. La consolidación de esta división da al traste, por el momento, con la reclamación de la sociedad leonesa para que el mastín tuviera su sede única y oficial en León, en reconocimiento al origen de la raza y su historia ligada al pastoreo en la provincia. También los propios criadores expresaron en la Fiesta del Pastor de Los Barrios de Luna la necesidad de una gestión unificada para no dividir aún más al mastín e impulsar así la difusión y fortaleza de la raza. Los intentos de unificar posturas entre los dos colectivos más importantes -la Sociedad Canina Leonesa y la Asociación Española del Perro Mastín Español- tampoco fructificaron, sobre todo, por desavenencias y rencillas personales entre los responsables de ambos colectivos. Asimismo, las iniciativas planteadas en la Junta para conseguir que León tuviera la sede oficial del mastín, finalmente no consiguieron el objetivo, a pesar de la resolución aprobada por las Cortes de Fuensaldaña el 19 de octubre del 2004. A instancias de una proposición socialista, reclamaba a la Junta el desarrollo de todas aquellas acciones precisas para que la gestión del mastín se realizara con sede exclusiva en León. La institución autonómica se escudó en la legalidad para negar a la provincia la sede, al considerar que argumentos como el origen o tener el mayor número de ejemplares suponen «razones arbitrarias» que no pueden justificar la petición. Además, culpó al Ministerio de Agricultura de inhibirse en fijar los criterios para otorgar la gestión de una raza.