Una señal vieja, inclinada y escondida
Sólo una señal escondida entre la arboleda de una casa, vieja e inclinada, hace pensar que por allí pasa y para el autobús. Un servicio que, por esta zona, hace años apenas tenía usuarios pero que en los últimos cinco años ha visto incrementada la afluencia. Y es que son más de 300 las viviendas las que ya se sitúan a ambos lados de la carretera de Caboalles y decenas de personas las que utilizan el transporte público a diario. Exigen, al menos, pasos de peatones que no pongan en peligro su seguridad al cruzar o marquesinas. Una queja recogida por el Ayuntamiento pero que deberá espera la actuación de la Junta. | dl