«Arrieros somos...»

«... y en el camino nos encontraremos». Palabras recurrentes pero contundentes las de ayer del secretario general de la UPL, Joaquín Otero, aprovechando la coyuntura de la presentación del candidato de Sariegos, Isidoro García, para dar un toque de atención al partido de Isabel Carrasco. Y es que, según el dirigente leonesista, desde el PP se ha orquestado una «campaña de acoso y derribo» para captar a varios de los «alcaldables» de la formación para llevarlos en las listas populares para las próximas municipales. Habló Otero del «interés» del PP por los candidatos de Valverde de la Virgen, Toreno o Sariegos -que no son los únicos-, aunque sí dejó claro que la ofensiva popular no iba a afectar a la campaña de la UPL: «a rey muerto, rey puesto», zanjó el leonesista que al parecer ayer estaba inspirado con el refranero. Ahora bien. Que el PP haya tocado a candidatos de UPL cierto es, pero que candidatos de UPL han llamado a las puertas del PP, también. Así que en este viaje de ida y vuelta son varios los arrieros que se cruzan en el camino. Y es que este es un juego sin reglas en el que todo vale para arañar votos visto que la del 27 de mayo será una jornada de infarto y hay mucho que perder. Amenaza o farol Por eso sorprende la amenaza velada que Joaquín Otero lanzó ayer a la dirección del PP. Sorprende porque no cuadra que, aunque la «agresión» popular en los feudos leonesistas fuera tal cual -desde el PP se asegura lo contrario... hablan de hordas de leonesistas llamando a las puertas de su partido-, no parece inteligente que sea este handicap el que condicione los futuros pactos que determinarán el panorama político postelectoral, con la Diputación sobre ascuas, el Ayuntamiento en un brete y el alfoz al borde de la histeria colectiva. Quizás sea que Otero se ve llave y, envalentonado, quiera comenzar a calentar la campaña, ahora que está asesorado por un profesional de renombre. Quien sabe si tanto movimiento de silla y tanto «buen rollo» entre leonesistas y populares no culmine al final en un multi pacto provincial entre ex colegas de partido que facilite el camino a las direcciones de ambas formaciones para repartirse un castillo que todavía está en el aire. A ver si va a ser que no hay mal que por bien no venga...