El vandalismo se sancionará con trabajos de restitución del daño

El Ayuntamiento presentará la próxima semana «una ordenanza que estimule la convivencia y la prevención de conductas antisociales», según anunció ayer el alcalde, Mario Amilivia, quien detalló que «hasta ahora lo que hace el consistorio es poner a disposición judicial a los que cometan actos vandálicos». Un guión de actor secundario que variará con la entrada en vigor de la nueva reglamentación, prevista para antes de la entrada de la primavera, en la que se establecerán sanciones administrativas y se instrumentalizará la posibilidad de eliminar o reducir la multa con la prestación de trabajos para la comunidad a través de la reparación personal del daño causado. El primer edil avanzó que la ordenanza, que se abordará en la comisión de Seguridad como paso inicial para su desarrollo y como complemento de las actuaciones de la Policía Local, «servirá para poner en marcha instrumentos eficaces que complementen la labor de los agentes municipales», por medio de actuaciones «en casos de pintadas, protección de animales, árboles y plantas, conductas incívicas en parques y jardines, protección de estanques y fuentes, protección de papeleras y contenedores y residuos orgánicos»; a la vez que se reservará un apartado para condenar «los actos de los gamberros a altas horas de la madrugada, como pueden ser cánticos en la calle, la rotura de vasos y botellas o las conductas que tengan que ver con la basura y la utilización de contenedores». Sin que se hayan elaborado todavía los criterios de medición, ni tipificado cada una de las actuaciones vandálicas dentro de un apartado, el proyecto ya pondera cuál será el régimen sancionador con el que se castigarán los delitos: hasta 600 euros por infracciones leves, de 600 a 1.500 euros por graves y de 1.500 a 3.000 para las que se cataloguen como muy graves.