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En el manifiesto, leído al final del acto, se pedía a los políticos que dejen de utilizar a las víctimas

Cerca de 3.000 personas salieron ayer a la calle para condenar el terrorismo

A la convocatoria asistieron todos los partidos políticos y representantes sindicales

En la manifestación se podían ver banderas de varios países latinoamericanos

Publicado por
S. C. Anuncibay - león
León

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Sin consignas ni eslóganes, cerca de tres mil personas, ajenos a las trifulcas políticas, salieron ayer a la calle para «condenar y repudiar» el atentado perpetrado por la banda terrorista ETA el pasado 30 de diciembre, en el que perdieron la vida los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. La manifestación, convocada por la Asociación Ecuatoriana Euro Andina de León -con la ayuda de los sindicatos UGT y CC.OO, que pusieron a disposición de este colectivo todos los medios que tuvieron a su alcance-, comenzó a las 17.00 horas en la Plaza de Guzmán, y transcurrió tranquila, sin gritos ni mensajes velados, por las principales calles de la capital. Tan sólo había banderas de España, Ecuador, y de otros países latinoamericanos, que se mezclaban con algún cartel en el que se podía leer la palabra Paz. Tras una única pancarta, con un rotundo mensaje: Todos contra el terrorismo, los partidos políticos, sin excepción; los sindicatos; las asociaciones de inmigrantes; y, sobre todo, miles de ciudadanos anónimos, clamaron por el final de la violencia. Después de media hora, tras recorrer Ordoño II y Gran Vía de San Marcos, la manifestación llegó a la Plaza de la Inmaculada, en donde Giovani Pazmiño, ciudadano ecuatoriano que reside en León, leyó un manifiesto que puso el colofón al acto de condena. «Quiero pedir a todas la autoridades civiles y políticas que, por favor, no utilicen a las víctimas como moneda de cambio en la lucha contra los terroristas y sus partidos ilegales; que respeten el dolor de sus familiares, amigos y compatriotas». Así de tajantes fueron sus palabras, que recibieron el aplauso multitudinario de los allí presentes. Cuando acabó la lectura, los asistentes, en señal de duelo y respeto, guardaron un minuto de silencio por todas las víctimas del terrorismo. Además, Giovani Pazmiño, en nombre de todos sus compatriotas, agradeció a la sociedad leonesa el respaldo mayoritario a la convocatoria. A pesar de las siglas León, junto con Murcia, son las únicas ciudades de España en las que el Partido Popular y el Partido Socialista, dejando a un lado sus rencillas, han asistido juntos a la manifestación de condena por el último atentado cometido por ETA. Por eso, sujetando la pancarta -Todos contra el terrorismo- se podía ver ayer, a escasos tres metros, al alcalde de León, Mario Amilivia, y al candidato socialista Francisco Fernández. Junto a ellos, el presidente de la Diputación, Javier García- Prieto y el consejero de Fomento, Antonio Silván, acompañaban a Carlos Arturo Molina, representante de la comunidad ecuatoriana en León. A su lado, el cónsul de Honduras, Isidro de Celis. «Ha sido una manifestación muy numerosa que se ha caracterizado por el respeto, el silencio, y por estar todos juntos de manera unánime contra el terrorismo y en solidaridad con las víctimas», explico Amilivia, quien declaró que «se puede discrepar de la política antiterrorista del Gobierno, pero eso no significa no estar todos juntos con las víctimas». Miguel Alejo aprovechó la ocasión para solidarizarse con las familias de los fallecidos y decir que «el cambio de postura de alguno -refiriéndose al Partido Popular- es bueno». Además, dijo que «esta respuesta mayoritaria debe servir para retomar el camino y estar todos juntos contra la violencia etarra». Otra de los representantes políticos, que condenó el atentado, fue el coordinador provincial de IU, Miguel Ángel Fernández, que quiso «apelar a esta unidad que hoy se ha representado, para poder dar o exigir un resultado apetecible a ese proceso de paz interrumpido por la sinrazón de ETA». Por su parte, el secretario general de la UPL, Joaquín Otero, apuntó que su presencia en la manifestación tenía como fin mostrar «la solidaridad con todos los inmigrantes, en este caso los latinoamericanos, y se ha demostrado que el pueblo de León es solidario, que sabemos recibir y acoger a todos». El que estaba realmente satisfecho por el apoyo a la convocatoria fue el representante del colectivo ecuatoriano en León, Carlos Arturo Molina, quien comentó que «el llamamiento de esta organización modesta ha recibido el compromiso de la ciudadanía. Siento una honda alegría de haber conseguido que se hayan acogido a arroparnos en esta marcha». Molina considera que el ejemplo de unidad dado en León va a servir «para que mediten los grandes dirigentes de los partidos políticos, y vean, que sin llegar a discordias, podemos marchar juntos; como lo hemos hecho aquí por esta causa». Finalmente, Francisco Fernández, fue menos conciliador al decir que el PSOE ha estado en esta manifestación y en otras, «es decir, no hacemos diferenciación entre ningún tipo de víctimas», puntualizó, no sin antes solidarizarse con las familias de los ecuatorianos que perdieron la vida en el aeropuerto de Barajas.

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