La defensa se desdice ahora de la absolución

Los letrados que defienden al joven leonés acusado de intentar asesinar a una amiga suya para cobrar un seguro millonario que habían concertado, modificarán hoy las conclusiones respecto al caso y antes de elevarlas a definitivas, solicitarán que la pena máxima que se le imponga al acusado, en caso de que se le halle culpable, sea de tres años de prisión, justo el tiempo que había estado encarcelado, según informa La Voz de Asturias. Los hechos se juzgan desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Asturias. Un individuo de León, con antecedentes penales, según las informaciones de los medios asturianos, fue detenido como supuesto autor de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa, al colocar a una joven asturiana unas gafas que, en realidad, eran un artefacto explosivo, con el que se le imputa la intención de tratar de acabar con la vida de la muchacha, para cobrar una indemnización de 360.000 euros que había firmado la joven días antes, si bien la aludida afirmó desconocer los términos de la póliza que había firmado. Informes policiales La sesión de ayer sirvió para conocer los informes de policías y peritos y la de hoy fijará las posiciones definitivas, a la espera de que el juicio quede visto para sentencia. El ministerio fiscal pide una pena de 19 años de prisión, y la defensa, ha decidido pasar de la solicitud de libre absolución a una condena de tres años de cárcel. Los peritos médicos confirmaron que la víctima, de 23 años, no recuperará la funcionalidad completa de su mano derecha, la zona más afectada por la explosión del artefacto. De hecho, a la joven le ha sido reconocida una minusvalía del 33%. «Las lesiones causadas le han producido una pérdida de fuerza y de soltura para realizar movimientos finos. Va a tener dificultades y lo más probable es que sufra una artrosis progresiva», señalaron los expertos. Seguros de por medio Por otro lado, el representante legal de la correduría de seguros, la entidad con la que la muchacha suscribió el seguro de vida y secuestro con el que supuestamente pretendía cobrar 360.000 euros, explicó que la chica y el procesado «dijeron que tenían una relación», por lo que no le resultó extraño que cada uno fuera el beneficiario del seguro del otro. Asimismo, el dueño de la empresa aseguradora confirmó que sólo se había hecho efectiva la póliza firmada por la joven, al contrario que la del procesado, aunque desconoce el motivo. El supuesto autor de los hechos colaboró con la Policía en la investigación de los hechos, según declararon los agentes que le detuvieron, ante la Sala de la sección octava de la Audiencia de Asturias que juzga el caso, cuya conclusión está prevista para la jornada de hoy, con los informes.