El Hospital de León crea una unidad de referencia para tumores óseos

La llegada del doctor Luis Rafael Ramos Pascua, el interés de todos los servicios hospitalarios y, sobre todo, «la preparación de los profesionales y el interés institucional» ha permitido al Hospital de León poner en marcha una unidad de referencia para el tratamiento de tumores músculo-esqueléticos, la única de toda la comunidad. Desde el pasado mes de octubre, cuando se oficializa el servicio, la unidad ha tratado una quincena de pacientes llegados de siete provincias diferentes: León, Ávila, Salamanca, Segovia, Palencia, Zamora y Valladolid. «La intención es extender la influencia a toda la comunidad porque no existe ahora ningún centro de referencia y dadas las características de estos pacientes es conveniente tratarlos en una unidad específica», indica el responsable, el doctor Ramos Pascua, en cuyo equipo trabaja el doctor Sergio Sánchez Herraez. La unidad implica, fundamentalmente, a los servicios de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Oncología, Radiología, Anatomía Patológica, Cirugía y Radioterapia pero tal y como destaca el doctor Ramos «es un trabajo de equipo que no sería posible sin la implicación de todo el personal». Se podría asumir Con esta implicación institucional y profesional no habría ningún problema los aproximadamente 150 tumores que, por población, se producen anualmente en la comunidad, una treintena de ellos en la provincia de León. «Se podría asumir porque tenemos todo lo necesario», argumenta el especialista. Hasta ahora buena parte de estos pacientes se trataban en Salamanca, donde estaba destinado el doctor Ramos, pero muchos de ellos son derivados a Madrid, Navarra o Asturias. «Existe un circuito de derivaciones ya establecido, que funciona muy bien y tampoco pretendemos acabar con él», apunta Ramos. No obstante, las sociedades científicas consideran necesaria una unidad de tratamiento específico a partir de un millón de habitantes por lo que la puesta en marcha en la autonomía, con más de 2,5 millones de habitantes, «está más que justificada». Gran parte del trabajo desarrollado por la unidad consiste en el tratamiento de tumores benignos agresivos que pese a su falta de malignidad han de ser abordados como los malignos. Éstos son menos frecuentes pero incluyen una característica fundamental: aparecen, de forma mayoritaria, entre la segunda y la tercera décadas de la vida. «Son pacientes muy jóvenes por lo que la enfermedad tiene gran trascendencia social. No obstante es un número suficiente como para justificar la puesta en marcha de cualquier centro de referencia», recalca. Los tumores óseos primitivos malignos suponen aproximadamente el 0,4% del total de tumores que se diagnostican, casi un caso por cada cien mil habitantes y año. Los que afectan a las partes blandas, explica Ramos, son tres veces más frecuentes. Además, la unidad aborda el tratamiento también de metástasis secundarias a tumores en otras localizaciones que son los más frecuentes. El servicio de Traumatología ha destinado el uso de un quirófano semanal para la unidad de tumores óseos lo que ha permitido tratar ya más de una quincena de pacientes desde el pasado mes de octubre. Los más frecuentes, de las partes blandas. El número de intervenciones semanales podrá incrementarse cuando «se engrase y coordine mejor el equipo». De momento, oncólogos, traumatólogos y radiólogos realizan sesiones clínicas conjuntas. Pero siempre con la premisa que apunta su responsable, «nos interesa más la calidad de los tratamientos que la cantidad».