Médicos y enfermeras de prisiones exigen el ingreso prometido en Sacyl

Medio centenar de médicos y enfermeras de la Prisión Provincial se concentraron ayer ante la Subdelegación de Gobierno de León, para protestar por la discriminación que supone su exclusión del sistema de Sanidad de Castilla y León (Sacyl), pese a las promesas de las instituciones autonómicas y nacionales para corregir la discriminación, que se prolonga ya desde hace 26 meses. Por ese motivo, los manifestantes extendieron su protesta por espacio de 26 minutos. Ignacio Pérez, portavoz del colectivo, se quejó amargamente: «Llevamos desde mediados del 2006 con movilizaciones contínuas sin que se integre la sanidad penitenciaria. La Junta y el Gobierno central tienen la misma frase, y sólo saben decirnos que es que los otros no han hecho nada, y en medio de esta guerra nosotros estamos perdiendo una serie de beneficios que en realidad, nos corresponden, pero que no se nos conceden. Los que más pierden son nuestros pacientes, que son personas normales, cuya única particularidad es que están privados de libertad, pero que siguen siendo seres humanos con derecho a la sanidad. Nunca vamos a tener solución, están incumpliendo la Ley de Cohesión, y por lo menos, el recurso que nos queda es recordárselo». Ana Martínez, responsable provincial del sindicato de enfermería Cemsatse, anunció que, lejos de remitir, la protesta cada vez tendrá mayores consecuencias: «Hay provincias como Cádiz, con tres centros penitenciarios, donde se están sumando a las reivindicaciones, porque nos parece que no es normal, y no vamos a dejar que las cosas acaben aquí». José Luis Díaz Villarig, presidente del Colegio de Médicos de León, disculpó la baja participación de manifestantes: «Hemos venido poquitos, pero es que en realidad, somos muy poquitos. Estamos la cúpula de dirigentes para apoyarles en todo, y quiero decir que los sanitarios de Castilla y León queremos que todos estén en el mismo sistema. No puede estar prisiones en una situación deficitaria con respecto a Sacyl, cuando estamos consiguiendo mejoras que los sindicatos de clase, que son los que les defienden a ellos, no los pueden conseguir porque ni siquiera miran por ellos. Por las buenas o por las malas, tienen que entrar en Sacyl, para el bien de los reclusos».