¿Quién tuvo la culpa del exceso de velocidad?
La clave de la investigación, a tenor de los datos que se manejan hasta ahora de forma extra oficial, radica en conocer cuáles fueron los motivos de que el convoy circulase a 130 kilómetros por hora en una zona en la que la velocidad límite permitido es casi cinco veces menor. La versión del maquinista imputado defiende el error en la transmisión de las órdenes y la de los mandos de Renfe en León, sostiene que el piloto no cumplió con las indicaciones que se le enviaron desde el puesto. La investigación deberá hacer luz en lo ocurrido. En la imagen de archivo se aprecia cómo quedó el convoy tras el accidente.