Siete muertos y casi un centenar de heridos en una tarde de tragedia
El 21 de agosto, a las 15.53 horas, el ferrocarril La Coruña/Vigo-Bilbao/Hendaya circulaba por la estación de Villada (Palencia) tras haberse detenido minutos antes en Sahagún. Por motivos que aún no han sido esclarecidos, el convoy entró en la estación a una velocidad superior a los 130 kilómetros por hora, en una zona en la que solamente se permite la circulación a 30 kilómetros por hora. Los vagones segundo y tercero del convoy se estrellaron contra uno de los pilares del puente que antecede a la estación, provocando el descarrilamiento del resto del tren. Siete personas resultaron muertas y casi un centenar heridas, trasladadas la mayor parte de ellas al Hospital de León, donde los primeros momentos resultaron angustiosos por la confusión. Los pasajeros que salieron indemnes de lo sucedido, procedentes mayoritariamente de la comunidad autónoma de Galicia, fueron realojados en autobuses, donde continuaron su desplazamiento hasta el País Vasco. Los heridos fueron atendidos de acuerdo a la magnitud y el caso más dramático lo registró un concejal socialista de Ourense, Eladio Fernández, cuyo hijo perdió finalmente la batalla contra la muerte, después de pelear de forma desesperada durante más de dos semanas. La compañera sentimental del joven también había fallecido casi en el acto a causa de las heridas sufridas en el choque.