La Asociación Nacional de Jugadores recomienda no exceder las tres horas
La Asociación Nacional de Jugadores de Rol, Estrategia y Simulación «Homo Ludens» recomienda a padres y aficionados que controlen cuanto tiempo pasan al día jugando en línea y que no excedan una media de hora y media al día. Aunque los juegos en línea no cumplen las características completas de un juego de rol -que en esencia es cooperativo, mientras que los juegos en línea son competitivos-, sí que son juegos de ocio relacionados a la estrategia y simulación, pero no siempre pueden mostrar las características positivas de los juegos de rol en los que se interpretan papeles y se usa la imaginación sólo para crear un momento divertido entre amigos. En una nota hecha pública ayer, Homo Ludens ha constatado con sorpresa la actitud del aficionado de León, que, aparte de jugar unas claramente excesivas 14 horas seguidas en la web del juego en cuestión, ha intentado burlar las reglas establecidas amenazando con suicidarse. Ante esto, la Asociación Nacional de Jugadores de Rol considera que este jugador deberá asumir su responsabilidad debido al revuelo que se ha creado en torno a este caso y hablar con su familia de lo ocurrido y evitar en el futuro actitudes tan poco recomendables como intentar romper las reglas del juego amenazando con cosas tan serias como un suicidio para conseguir lo que quiera. Para la socialización La organización recomienda a sus aficionados que juegan a interpretar papeles (los juegos de rol de mesa y en vivo) a no sobrepasar las sesiones de juego en más de tres horas al día, ya que considera que, aunque son buenos para socializar a los jóvenes e incrementar su imaginación, éstos no deben descuidar sus estudios y las prácticas deportivas que les permitan ser mejores ciudadanos en el futuro. Al respecto de los juegos en línea, su característica competitiva -y no cooperativa como ocurre con los juegos de rol, que son usados incluso como método educativo- hace recomendar la disminución de las sesiones de juego a la mitad, más incluso si son de pago. Este tipo de juegos no fomenta la cooperatividad como un juego de rol, en el que no hay vencedores y vencidos, y su práctica exagerada no es recomendable al igual que ocurriría en cualquier otra afición. Los aficionados han de ser conscientes de que un exceso en los tiempos de juego pueden llegar a ser perjudiciales para su vida personal, ya que eso elimina tiempo de estudio, deportivo y social.