La provincia ya ha perdido casi 4.000 habitantes en los últimos seis años

El siglo XXI no ha comenzado con buen pie para la provincia en cuanto a crecimiento demográfico se refiere. Según los datos recabados en el informe La evolución de la población de Castilla y León desde los inicios del siglo XXI , la provincia leonesa ha perdido, hasta el 2006, casi cuatro mil habitantes respecto a 1999. Los datos son contundentes: el crecimiento vegetativo -que define la diferencia entre los nacimientos y las defunciones- ha sido demoledor en los últimos seis años: entre el 2000 y el 2006, en León ha habido 13.534 muertes más que nacimientos, lo que supone un descenso del 2,7%, un retroceso vegetativo que se explica en el progresivo envejecimiento poblacional que ha experimentado la provincia en los últimos seis años. Pero no es este el único dato negativo respecto al crecimiento demográfico de León. Según el informe, elaborado por la Universidad de Salamanca para el Observatorio Social de Castilla y León, el saldo migratorio en la provincia ha registrado un crecimiento muy poco significativo en relación con otras provincias de Castilla y León ya que, a pesar de que el dato es positivo -han llegado a la provincia 9.602 residentes más que los que han salido-, está muy lejos de las cifras que se han alcanzado en Burgos o Valladolid, cuyo saldo migratorio supera 20.000 personas, con un porcentaje mayor del 5% frente al 1,9 alcanzado en León. Estos dos factores han sido decisivos para que la provincia, junto con Palencia y Zamora, forme parte de la terna que ha perdido población en la comunidad, frente al crecimiento registrado en las otras seis provincias de Castilla y León, si bien es cierto que en León la caída poblacional ha sido del 0,8%, frente al 2,9% registrado en Palencia y Zamora. El impulso del alfoz En el descenso demográfico ha tenido gran parte de culpa la pérdida de población en la capital, con más de 1.000 habitantes menos en el 2006 respecto a 1999, aunque como dato positivo se destaca el fuerte crecimiento experimentado en los municipios del alfoz, con un saldo de 11.865 residentes más que en el siglo pasado. Localidades como Villaquilambre y, especialmente, San Andrés del Rabanedo, con un incremento poblacional del 17,4% -4.201 habitantes- han crecido muy por encima del ritmo de la capital, ya que, en el caso de San Andrés, el crecimiento vegetativo ha sido de 392 habitantes más, -el 1,9%-, y un saldo migratorio que supera el 15%, con 3.809 inmigrantes más que emigrantes. Esta dinámica de crecimiento de los ayuntamientos periurbanos es una tónica habitual en el resto de Castilla y León, donde los municipios ubicados a menos de 10 kilómetros de una capital han crecimido un 41,8%. El informe destaca el notable crecimiento de Ponferrada, con un 6,4% y 4.014 habitantes más, frente al descenso del 6% registrado en Bembibre, que ha perdido 642 habitantes. En la cabecera de la comarca es significativo el saldo migratorio, con 4.199 residentes más, y un crecimiento del 6,7%. Villablino es la cabecera de comarca que ha experimentado el mayor descenso, con 2.625 habitantes menos --17,4%-. Astorga perdió 92 habitantes, mientras que La Bañeza ha ganado 145 residentes en este siglo.