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La acusación particular anuncia que solicitará una pena de cien años de prisión

El acusado por el crimen de las policías leonesas en Bellvitge se declara inocente

«Es una persona muy fría, que no expresa ningún sentimiento» según un abogado

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León

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Pedro Jiménez, acusado del asesinato de dos policías nacionales en prácticas en el barrio de Bellvitge de L'Hospitalet en 2004, defendió ayer su inocencia ante la titular del juzgado número 4 de L'Hospitalet, que instruye las diligencias del caso. La magistrada ha comunicado al detenido el auto de procesamiento en el que le acusa de dos delitos de asesinato, dos agresiones sexuales, un delito de incendio, otro de robo con intimidación, otro de intento de robo y otro de quebrantamiento de condena. El abogado de la acusación particular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, David del Castillo, explicó: «La juez ha comunicado al detenido el auto de procesamiento y el detenido se ha ratificado en lo que dijo en su día, que no tuvo nada que ver con el caso». Según Del Castillo, el detenido se ha mostrado «como ha hecho siempre, de manera fría. Es una persona que no expresa nada, muy cerrada y muy rara». Quebrantamiento de condena David del Castillo anunció que la acusación particular pedirá unos 100 años de prisión para el detenido por dos delitos de asesinato y violación y por quebrantamiento de condena, además de robo e incendio del domicilio de las dos víctimas. El detenido llegó a las dependencias judiciales de L'Hospitalet de Llobregat poco antes de las 10.00 horas de la mañana en un furgón de los Mossos d'Esquadra. Seis agentes de la policía catalana lo escoltaron hasta el despacho de la juez, donde compareció a las 11.00 horas y por espacio de poco más de 10 minutos. Los hechos sucedieron el 5 de octubre del 2004, cuando el acusado disfrutaba de un permiso penitenciario de tres días. Las agentes Silvia N. y Aurora R. compartían el piso donde ocurrió el doble crimen, en la Rambla Marina, en L'Hospitalet de Llobregat, y el día en que murieron habían quedado para desayunar juntas en casa para celebrar el cumpleaños de la segunda de ellas. Tras trabajar en el turno de noche, Silvia N. regresó a casa hacia las 07.40 horas de la mañana y en la puerta se encontró con Pedro Jiménez, que, amenazándola con una navaja de tipo mariposa, logró que le permitiera entrar en su domicilio, en un momento en que su compañera se encontraba en el cuarto de baño. Según el auto de procesamiento, el acusado supuestamente amordazó y ató de pies y manos a Silvia N., a la que violó y mató a cuchilladas, e hizo lo mismo con la otra policía en prácticas cuando ésta salió del baño. Tras maniatar a Aurora R., el procesado llenó de agua la bañera del baño, «siguiendo un ritual que parece tener para él algún significado» puesto que en sus dos condenas anteriores por violación consta que procedió así para lavar a sus víctimas, añade el auto del juzgado instructor.

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