Sólo 18 de los 211 municipios cuenta con la red global de contenedores para reciclar

Prácticamente el 70% del 54% de la población de León que admite no participar en la recogida selectiva de basura asegura que el principal motivo se centra en el hecho de que no cuenta con contenedores en la zona donde vive. De acuerdo a datos de Gersul -el consorcio que gestiona la recogida y tratamiento de los residuos en la provincia-, únicamente 18 de los 211 municipios dispone de todos los depósitos precisos para desarrollar las tareas de reciclaje. Estos contenedores necesarios se ubican sólo en las dos grandes ciudades de la provincia -León y Ponferrada-, el alfoz de la capital -San Andrés, Villaquilambre, Sariegos, Valverde y Santonenia-, Astorga, La Bañeza y en los municipios incluidos en las mancomunidades del Boeza -Bembibre, Castropodame y Congosto- y del Alto Órbigo: Carrizo, Cimanes, Llamas, Las Omañas, Valdesamario y Villadangos. Mientras los depósitos de papel-cartón y vidrio se encuentran presentes en casi todos los municipios, aunque no en todos los pueblos, los de envases únicamente están presentes en los núcleos señalados. De todas formas, la Ley de Envases sólo obliga a los ayuntamientos mayores de 5.000 habitantes a contar con estos contenedores. El tercer puesto De acuerdo al estudio elaborado por la Junta «Condiciones de Vida de la Población de Castilla y León», León se sitúa en el tercer lugar de la comunidad en el porcentaje de habitantes que recicla siempre, con un 46% de la población, frente al casi 73% de Salamanca y el 46,9% de Ávila. Los datos también reflejan que la recogida selectiva de residuos se centra fundamentalmente en las áreas urbanas de la provincia, mientras que la mayor parte de las cabeceras de comarca y la zona rural propiamente dicha carece de toda la red de contenedores específica para realizar esta labor. Respecto a los materiales que encabezan el ránking del reciclaje de aquellos habitantes que aseguran participar en el sistema siempre en León, destacan el vidrio con un 49,2%, el papel-cartón (48,3) y plásticos, bricks y latas (33%). En el apartado de residuos no urbanos, considerados peligrosos, la recogida selectiva de pilas alcanza el 47%, los medicamentos el 38% y el aceite usado el 24%.