La institución no tuvo que recurrir a la Guardia Civil para que se ejecutara la resolución de cierre
La cantera de Mirantes para ante el ultimátum de la Junta y la presión social
La empresa explotadora deberá subsanar déficits en materia de seguridad para poder reabrir
Finalmente no hizo falta que la Junta pidiera la presencia de la Guardia Civil para paralizar la actividad en la cantera de Mirantes de Luna. El arrendatario de la explotación, ante el segundo requerimiento para el cierre por parte de la institución autonómica y la vía judicial ya abierta por el fiscal, optó por acatar la orden y suspender la actividad en las instalaciones tras recibir la notificación, según confirmó ayer la sociedad gestora, Explotaciones Mineras de Navaleo. La cantera cesó las extracciones de piedra caliza el martes a las 14.30 horas, una vez que el arrendatario se puso en contacto con el encargado y ordenó la paralización de cualquier tipo de trabajo. Ayer, la explotación, tal y como pudo comprobar este periódico, estaba totalmente vacía sin presencia de trabajador alguno -salvo una persona en labores de mantenimiento- y con la maquinaria parada. El segundo requerimiento de la Junta (con fecha de 13 de febrero) determina el cierre de la cantera por motivos de seguridad, tal y como ha explicado el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández. La inspección del Servicio de Minas detectó problemas en este ámbito en las máquinas, los camiones utilizados para el transporte de la piedra caliza y en los depósitos de gasóleo. Los incumplimientos Igualmente, comprueba incumplimientos en la normativa de seguridad en los taludes, que superan los treinta grados de inclinación máxima permitidos o la excesiva pendiente de la pista de acceso. Tampoco los trabajos podrán reanudarse en el frente de la explotación hasta que no se cumplan las prescripciones. La empresa tiene ahora diez días para aportar la documentación requerida sobre la maquinaria y debe afrontar el déficit en materia de seguridad en las áreas denunciadas por la Junta de forma inmediata. Se trata de la segunda resolución que la institución autonómica dicta para que esta cantera paralice las extracciones, tras la del 27 de noviembre, que no fue acatada por la empresa, ya que siguió con su actividad con total normalidad. En ese caso la Junta reclamaba el cese de la actividad en la zona no autorizada para trabajos, más allá de las tres hectáreas permitidas. La cantera también tiene abiertos en la Delegación Territorial dos expedientes sancionadores por la ejecución de un camino de forma ilegal y los daños medioambientales causados por esta intervención. Así, el 10 de agosto la Junta impuso a la sociedad una multa de 1.632 euros para la reposición de los daños y la reclamación de que abadonaraneste camino. Ante la falta de respuesta, la institución abre un segundo expediente sancionador con fecha 26 de diciembre, que todavía está en curso, y que también determina que la empresa abandone el camino que realizó en la parte de arriba de la explotación, sin contar con permiso para esta intervención. La cantera fue autorizada en 1983 en tres hectáreas de Mirantes de Luna, en una de las zonas del sabinar centenario más importante del noroeste de la Península Ibérica. Tras años de parón, en 1992 Explotaciones Mineras de Navaleo reinicia las labores de acondicionamiento y en el 2005 solicita una ampliación de la superficie para las extracciones hasta las siete hectáreas, frente a las tres iniciales. La Junta no autorizó esta petición.