Punto en boca

Ya está aquí el anunciado himno de Mario Amilivia y, como se preveía, no lo ha hecho al son de la famosa música de su partido, tata tata tataratata, sino al del pasadoble. Además, el candidato y alcalde del PP se gustó en su presentación y se arrancó, no por bulerías, que eso ya lo hizo Ortega Cano y se quedó tan agustito, sino al ritmo del pasadoble, casi el mismo que están bailando en el seno de su partido para tratar de cuadrar todas las listas. Por lo pronto, la premisa es clara: punto en boca y de los procuradores no se habla, al menos en público, hasta el mes de abril. Y es que lo que está sucediendo en el PP no parece normal, porque si a todos los que quieren -o les ofrecen- ser procuradores y a todos los que quieren -o les ofrecen- ser diputados estuvieran finalmente en las listas, la constructora castellana que está construyendo la nueva sede de las Cortes, tendría que pensar en tirarla y hacer otra que, cuando menos, cuadruplique su capacidad actual. Y en el caso de la Diputación, como Pallarés ya tiene un uso, tendrían que pensar en hacer los plenos en el bonito patio. Y es que aquí cualquiera de cualquier pueblo pide. Por ejemplo: en la última asamblea de Cistierna le exigieron a Isabel Carrasco un procurador para la zona. La respuesta de Carrasco vino a ser algo así como lo que decía Loles León en una conocida serie: «Chantajes a mí no, ¡eh!; chantajes a mí no. Hombre ya». Lo mismo podría decirse del caso de Astorga, donde algún candidato in pectore por obra y gracia de sí mismo también lo ha exigido. Eso sin contar a todos los todavía miembros de la UPL que el PP está tratando de llevarse a su partido o que ya se ha llevado y a los que promete, en algunos casos, un puesto por ejemplo de diputado. Y si no que se lo pregunten al alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández, al que le han dicho que tiene seguro el ser diputado si encabeza la lista popular. ¿Les pasará factura esta estrategia? Seguramente, primero en el seno de su partido, porque son muchos nombres para no tantos puestos, y también con el partido al que le están quitando los candidatos. Ya lo dijo en su día Joaquín Otero: «Arrieros somos y el que avisa...».