Diario de León

| Análisis | Un proyecto integrador |

Una barrera menos al desarrollo

El aumento del soterramiento permitirá acabar con el perenne avance de León y San Andrés a dos velocidades

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L. Urdiales / A. Caballero - león
León

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Vista desde el aire, la vía del tren parece una cremallera. Una larga sucesión de traviesas concatenadas para que asiente sus zapatos de metal el tren, que a partir del 2008 vendrá con más prisa que hasta ahora y en la década del 2010 aún más, pese a que no se le vaya a ver mucho. Cuando se coloque a la altura de la plaza de toros, se ocultará para no dejarse ver más que de manera fugaz una vez superada la estación y antes del paso a nivel del Crucero, que quedará eliminado, al igual que el puente de Miguélez de la N-120, con lo que los convoyes aparecerán de nuevo una vez que se rebase el triángulo de distribución de los tráficos hacia Asturias y Galicia. Las soluciones de depresión y soterramiento -en ambos casos bajo tierra y sin el tren a la vista- permitirán «construir un barrio que tenga relación con Paraíso Cantinas, La Sal, Pinilla y Trobajo, tradicionalmente aislados», como explicó el gerente de la sociedad León Alta Velocidad, Juan Conde, después de que Zapatero ya hubiera mostrado su ánimo «doblemente satisfecho». «Sé lo que supone para esta ciudad y para San Andrés eliminar la barrera que cercenaba el desarrollo urbanístico de ambas localidades», relató el presidente del Gobierno, mientras en los paneles publicitarios se podía leer que «sólo ahora, tras la nueva decisión, todo puede cambiar». El adverbio de tiempo del eslogan incide en la diferencia entre el proyecto vislumbrado en el 2002 y las bases sentadas ahora. Traducido a cifras, supone el aumento de «más de 240 millones de euros», como contó la ministra, que hacen una factura estimada de 386 millones, en cuyo banquete queda como padrino el Ministerio de Fomento, con cerca de 100 millones de inversión, como testigo la Junta, con 13 millones, y como tíos de América los ayuntamientos de León y San Andrés, que liberan el suelo necesario para que las plusvalías urbanísticas alumbren una nueva centralidad. Una estación, donde se agruparán las terminales del tren y el autobús, coronada por una torre, con un área comercial al que se accederá desde Lancia por medio de una pasarela acristalada sobre el río; el Palacio de Congresos; edificios, un gran parque y equipamientos sociales que avanzan un futuro para el oeste, ésa zona más allá del Bernesga en la que los vecinos están hartos de verle los zapatos sucios al tren y confían en que el paso a nivel del Crucero desaparezca en la primavera del 2008. El horizonte pasa por la consecución del Enlace Sur, la primera de las obras de la integración, ya comenzada, por la que se creará un itinerario alternativo que permita trabajar en el soterramiento en la ciudad sin cortar el tráfico. Transitorio para los trenes de pasajeros, será definitivo para las mercancías, que tendrán su centro en Torneros, donde se agruparán las unidades de clasificación, contenedores, material motor y remolcado, lo que permitirá ganar en operatividad y dejará sentadas las bases para la implantación de una gran plataforma logística -para la que es necesario el consenso e impulso de las administraciones-, cerca del enlace de las principales vías de comunicación por carretera del noroeste peninsular. Se preguntaba Pablo Neruda si «hay algo más triste en el mundo que un tren inmóvil bajo la lluvia». En León -donde la gente no se va, se marcha-, llueve bastante; ha llovido mucho; y dicen que no parará de llover. Ni si quiera cuando la ciudad pierda ese aire taciturno de su zona oeste, donde la vía estará bajo los pies y no alrededor del cuello. Ordoño se extenderá hacia el oeste La primera parte del modificado se centra en el aumento de la cota de soterramiento para que Ordoño II pase de manera plana hacia el oeste y llegue a la plaza donde confluirán el Palacio de Congresos y la estación. El tránsito entre las dos orillas quedará reforzado por la pasarela acristalada que saldrá de la calle Lancia y llegará a la zona comercial. El Enlace Sur ya está en marcha Las máquinas ya han comenzado sus trabajos en el Enlace Sur, la obra que permitirá que se desarrolle el resto de la integración. La infraestructura creará un paso alternativo para poder hacer el soterramiento de la ciudad, que será definitivo para las mercancías. Estará acabado en la primavera del 2008, para poder eliminar el paso a nivel del Crucero. Torneros, una oportunidad logística El enclave agrupará las unidades de clasificación, contenedores y material motor y remolcado, con lo que se ganará en operatividad, una cualidad que será muy demandada con la apertura a los operadores privados. La obra, que se adjudicará en breve, dejará sentadas las bases para una gran plataforma logística, al lado de las principales vías por carretera.

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