A Paco le cierran la puerta

¿Qué tendrá esto de la política que todo el que entra no quiere salir ni aunque lo estén echando a empujones o le cierren la puerta, cambien la cerradura y tiren la llave? Uno llega a un puesto, el que sea, tampoco tiene que ser de los de más arriba, y aunque desde el primer momento le aseguren que no le da derecho a nada, es igual; él se lo acaba creyendo. Se rodea de gente que le está siempre diciendo lo que debe y lo que no debe hacer, hacia dónde y contra quién debe ir y, lo que es más importante, que le halaga el oído con comentarios grandilocuentes acerca de lo bueno que es y la capacidad que tiene. A partir de aquí, todo lo demás viene por añadidura. Y, de repente, llega el momento de hacer las listas de cara a las elecciones y uno, que se termina creyendo todas las adulaciones, acaba diciendo: como yo nadie, porque soy una joya. Pero, entonces, llega quien le dijo que el puesto no le daba derecho a nada, y que además está por encima de él en el organigrama del partido, y le explica que no va a ser el candidato. ¿Injusto? No, más bien legítimo, porque los partidos políticos tienen sus propias normas internas que, en la mayoría de los casos, son cualquier cosa menos democráticas, porque la decisión última la toma casi siempre quien manda. Esto es así y si uno no está de acuerdo lo que debe hacer es irse o corre el riesgo de que le echen o, lo que es peor, le ninguneen y acaben por cerrarle la puerta. Esto último es lo que le ha sucedido al todavía presidente de la junta local del PP en San Andrés, Francisco Gómez: le han cerrado la puerta. En el día de ayer, la dirección del Partido Popular le envió un burofax, al que siempre se creyó como el mejor candidato posible, en el que le explican que debe recoger todos sus enseres personales de la actual sede, porque el partido -propietario de la misma- ha decidido cambiar la cerradura y cerrarla para abrir otra más grande y, según la dirección popular, mejor ubicada de cara a la campaña electoral. ¿Qué hará ahora Francisco Gómez? ¿Terminará por darse cuenta de que no lo quieren y se irá o seguirá dando batalla? Eso, es imprevisible, pero poco o nada importa ya, dado que, le guste o no, ya no es nadie dentro del PP de San Andrés.