Las elecciones agrarias medirán a final de año las fuerzas sindicales en León

El campo irá a las elecciones con seis meses de retraso, después de acordar la Junta de Castilla y León y las asociaciones agrarias mayoritarias la fecha del 16 de diciembre para elegir a los representantes de las cámaras agrarias. Aunque la convocatoria vencía el próximo mes de mayo, la coincidencia de fechas con los comicios municipales y autonómicos obligaron a retrasar la cita. Con división de opiniones entre los sindicatos agrarios interesados en asistir al pulso electoral: Ucale-Coag, (prolongación de la Coordinadora Agraria en la provincia leonesa desde el pasado otoño, cuando absorbió a la organización local) se posicionó siempre a favor de un adelanto de la cita para evitar la coincidencia en el calendario con la fecha de la consulta municipal. Ucale-Coag exigió en repetidas ocasiones, por medio de su dirigente autonómico Miguel Blanco, el anticipo de la consulta a estos meses de primavera. El pulso de fuerzas entre esta organización y la Unión de Campesinos de Castilla y León se presenta ahora como uno de los alicientes en la elección de representantes en la Cámara Agraria de León. En un escenario diferente se presentó la propuesta de Asaja, concretada ayer mismo antes de la reunión entre organizaciones campesinas y la Junta: la asociación mayoritaria en la provincia leonesa abogó por asentar la cita electoral del campo en el mes de febrero «un mes de menor nivel de trabajo en el campo y de desahogo de trabajo en las oficinas de las organizaciones agrarias». La proximidad de ese mes del 2008 a las elecciones generales restó opciones a esta posibilidad. La consejería de Agricultura manejaba una baraja de fechas entre octubre y fin de año para fijar la consulta, que se asentó definitivamente para el 16 de diciembre de este año, con el descarte de octubre o noviembre «una de las épocas del año con mayor trabajo en el campo por la siembra del cereal o la recolección de remolacha», según expresó ayer la organización agraria Ugal, que defiende que a estos organismos camerales se les dote de competencias en la gestión de asuntos que importan a los campesinos. La financiación En el acuerdo de la Junta de Castilla y León y los representantes el campesinado se plantearon cuestiones relativas a la financiación del proceso electoral «hasta ahora una sangría económica para las organizaciones agrarias, por lo que es preciso una financiación pública de este proceso», reclamó Asaja. La última votación Las últimas elecciones a la Cámara Agraria, en mayo del 2002, dejaron a la Asociación de Jóvenes Agricultores como fuerza mayoritaria en el campo leonés, con casi el 40% de los votos. Ugal obtuvo el 30%, Coag (ahora seccionada), alcanzó el 21% de los votos emitidos y Ucale superó el 9%. Se produjo una abstención del 46% entre un censo de 12.800 agricultores y ganaderos, sensiblemente diezmado ahora (menos de 10.000 activos) 5 años después de aquella cita.